Marcelino y su doble reto en San Mamés
Ganar al Athletic por primera vez en su casa y levantar al Valencia
La Catedral es maldita para Marcelino. Nunca ganó en San Mamés, ni como entrenador ni como jugador. Sería sólo un dato estadístico si su Valencia no estuviese a las puertas de la primera crisis. El asturiano debe ganar por primera vez en Bilbao y lavar la imagen de Berna.
Una preocupación más se cuela en la eterna lista que tiene Marcelino porque su Valencia ni funciona ni arranca. San Mamés, La Catedral, es campo maldito para el asturiano. Nunca ganó en Bilbao, dato anecdótico si el Valencia no estuviera a las puertas de la primera crisis de la temporada tras firmar nueve empates en doce partidos oficiales.
El reto que tiene mañana Marcelino ante sí es doble. Por un lado, debe levantar la moral de su tropa y reaccionar tras los malos resultados. El equipo no puede repetir la mala imagen que dejó en la segunda parte en Berna, en Champions. El grupo salió tocado de su visita al Young Boys y el mensaje que se trasladó desde la caseta fue claro: “Por el camino del segundo tiempo, no sólo empataremos, sino que perderemos muchos partidos”.
Al margen del lavado de cara, el asturiano se dispone a superar un muro, hasta la fecha, infranqueable para él. En las casi dos décadas que lleva Marcelino al frente de un banquillo, el técnico ché nunca ganó en el campo del Athletic. El asturiano tropezó con el Recre, Racing, Villarreal y Valencia. Cuatro derrotas y cuatro empates le ponen en alerta antes de visitar San Mamés, antes de pasar por el dentista.
La Catedral es sinónimo de revés para el entrenador del Valencia porque no se llevó ni una sonrisa, ni en el viejo ni en el nuevo estadio. Ni en Liga ni en Copa. Ni siquiera como jugador pudo saborear un triunfo en uno de los campos de mayor enjundia. Marcelino debe cambiar su historia personal mañana en Bilbao y la de su equipo si quiere empezar a escalar y a recuperar sensaciones.
Mala racha
Acumula cuatro derrotas y cuatro empates en ocho visitas