Una vida desde Brasil 2005

Fuimos tan felices y disfrutamos tanto... Brasil 2005 supuso la consecución de un sueño que se repitió justo un año después. Un español bicampeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso haciendo posible lo que parecía no serlo. Han pasado trece años desde aquel primer día de gloria en Interlagos aunque tanto han cambiado las cosas que nos da la sensación de que ha transcurrido toda una vida. Ahora el asturiano se asoma a su retirada de los grandes premios con el agravante de que anda penando por los circuitos. ¡Qué injusto! Un coche lamentable, ese McLaren MCL33, y un equipo incompetente son suficientes para neutralizar el talento de un piloto que nunca ha dejado de exhibirlo. Es triste y humillante verle rodando último y siendo doblado como si estuviera pilotando un Fórmula 2.

No hacen falta más explicaciones para justificar su adiós a la Fórmula 1. Sin opciones a otro volante competitivo en la parrilla, haber continuado en McLaren hubiera sido un disparate porque Fernando no merece un final como el que está sufriendo. Ganar es su única ambición y ser incapaz de ello ya se antoja suficiente castigo, así que soportar el espectáculo penoso que está ofreciendo la escudería de Woking roza la crueldad. Su impotencia y frustración al respecto deben ser inconmensurables, el fracaso del equipo enturbia sus últimas carreras en una categoría en la que lo fue todo y que ahora le vapulea sin piedad. No es un bonito final para un grandísimo campeón como Alonso, así que ojalá tenga la ocasión de resarcirse de algún modo fuera de los grandes premios.