El Sadar es de Primera, pero el fútbol aún no
Partido espeso con mucha pelea y poco juego
Volvió el fútbol de Primera a El Sadar tras dos temporadas con un encuentro que enfrentó a Osasuna contra el Eibar. Un día para la historia que se recordará más por el regreso a la élite en sí que por el juego. Arrasate devolvió la titularidad a Cardona en la única novedad de los rojillos, mientras que el equipo visitante sufrió una revolución total. Regresó al once Diop junto con Escalante, con un Sergio Álvarez que jugó reconvertido en central. Arriba, De Blasis salió de inicio, dejando a jugadores como Inui o Pedro León sentados. Un once que pilló por sorpresa a toda la afición armera.
La primera parte fue para olvidar. Ambos equipos salieron a jugar un partido que se rompió ya en el minuto cinco, con un correcalles de un campo a otro que omitió por completo del centro del campo. Con muchas faltas y poco juego la
primera mitad fue avanzando con Osasuna cada vez más cómodo y un Eibar sin saber qué hacer con la pelota. Los navarros, que fueron de menos a más, encontraron en Chimy Ávila a su arma más mortífera. Volvió loca a la defensa en combinaciones brillantes con Aridane y solo le faltó el gol. El segundo acto fue más de lo mismo, aunque Osasuna mostró un poco más de intención. Dmitrovic volvió a salvar al Eibar en un disparo a bocajarro del Chimy. En un partido lento y espeso, Osasuna pudo merecer más.