Renault tiene problemas más grandes que la F1
El mercado de coches nuevos en Europa cayó un 76,3% en abril y la parálisis económica durante la pandemia afecta de lleno al sector de la automoción. No se libra Renault, renqueante durante los últimos ejercicios desde la detención y posterior fuga de su expresidente, Carlos Ghosn. El Estado francés, propietario de un 15% del grupo, ofrece al fabricante un préstamo de 5.000 millones de euros para aliviar sus finanzas, pero las últimas declaraciones del ministro local de economía, Bruno Le Maire, han hecho temblar a la industria: “Renault puede desaparecer”.
No obstante, conviene contextualizar esa afirmación: recientemente se intensificó el rumor de que Renault planeaba cerrar plantas en Francia para ahorrar 2.000 millones (según el semanario satírico Le Canard Enchaîne) y Le Maire pone condiciones al préstamo dejando entrever cierta presión: “Todavía no lo he firmado. Pedimos que asuman tres direcciones: el vehículo eléctrico, el respeto de sus subcontratas y la localización en Francia de sus actividades más avanzadas”.
Fórmula 1. ¿Está en peligro el futuro del equipo de F1 de Renault? Tanto como cualquier otro constructor en un contexto de crisis económica e incertidumbre, quizás algo más que el resto por su vinculación directa a un fabricante de automóviles, pero hay que esperar antes de extraer conclusiones precipitadas. Desde luego, no más que Mercedes. Cyril Abiteboul, máximo responsable del proyecto, está harto de responder a la misma pregunta desde hace meses y niega un adiós. Asegura que “las ambiciones y estrategias de la escudería permanecen intactas”. Ellos cuentan con dos sedes, Enstone y Viry-Chatillon, ninguna amenazada de cierre. Según confirman fuentes que están al tanto de las cifras, el presupuesto de Renault en la F1 ronda los 250 millones de euros. Sus ingresos procedentes del reparto de premios de la FIA no llegan a 70 millones así que el balance lo completan con la inversión interna desde Francia, en clave de márketing, aunque también recaudan de su patrocinador principal, la logística saudí DP, y de otros sponsors como Mapfre, Microsoft y BP Castrol. Otros anunciantes que ocupan su carrocería son marcas propias de Renault (Infinity o la financiera RCi) que justifican la aportación de la matriz. Como suministrador de motores, cada cliente abona entre 20 y 30 millones de euros anuales, el problema es que en el último lustro se han marchado Williams, Red Bull y Toro Rosso y el próximo año lo hará McLaren, así que sólo el equipo oficial utilizará las unidades de potencia.
Resultados. Deportivamente, el equipo de carreras está en proceso de reconstrucción tras el paso atrás de 2019, pero aspiran a acercarse a los tres grandes con un nuevo director técnico, Pat Fry (ex de McLaren y Ferrari) y varios nombramientos en el área de aerodinámica. Han perdido a Daniel Ricciardo y necesitan a un piloto que lidere desde la pista
“Puede desaparecer”, dice el ministro francés de Economía antes de conceder un préstamo de 5.000 millones de euros