Desescalada asimétrica del Big Three
Federer no encuentra la motivación, Nadal arranca al ralentí y Djokovic, eufórico
El tenis espera despertar de su letargo en el mes de agosto, por lo que ahora es tiempo de que sus protagonistas vuelvan a poner a punto su forma física sobre las pistas para regresar en las mejores condiciones. Por ejemplo, Rafa Nadal ya se dejó ver el pasado viernes por las instalaciones de su Academia en Manacor con una sesión de entrenamiento en la que volvió a coger su raqueta tras muchas semanas de inactividad, con calma.
Pues bien, no parece que le ocurra lo mismo a Roger Federer. El de Basilea, en una videoconferencia con el extenista Gustavo Kuerten recogida por GloboEsporte, confesó haber perdido la motivación para regresar a los entrenamientos dado que no cuenta con ningún objetivo concreto ahora mismo. “Desde que me operé en 2016, no había pasado cinco semanas seguidas en casa. La verdad es que no estoy entrenándome porque, para ser honesto, no veo una razón para hacerlo ahora mismo. Estoy bien físicamente y creo que pasará mucho tiempo hasta que volvamos a competir. Es importante para mí tomarme un buen descanso ahora, no echo tanto de menos el tenis, aunque cuando estemos cerca de volver y tenga un desafío para ejercitarme, estaré supermotivado”, confesó Roger, que partía con Wimbledon y los Juegos de Tokio como principales retos de la temporada antes de su cancelación.
Sobre ese regreso a la competición, Federer valoró con Kuerten distintos escenarios, entre los que se encuentra la posibilidad de celebrarse torneos a puerta cerrada. “No puedo imaginarme jugar en un estadio vacío, no lo consigo y espero que no suceda nunca. Por mucho que cuando nos entrenemos no haya gente, competir es muy diferente. Está claro que la posibilidad es factible, pero creo que podríamos esperar el momento apropiado para regresar en las mejores condiciones, con, al menos, un tercio del estadio lleno o a mitad de entrada. Sería muy difícil para mí disputar grandes eventos a puerta cerrada”, concluyó Roger, sin duda, uno de los jugadores que denota poco optimismo en el retorno del tenis para este 2020.
No lo ve así Novak Djokovic. El serbio deseaba volver a las pistas. Tanto que se saltó el confinamiento hace dos semanas para pelotear en el Club Puente Romano, que se lo permitió por una mala interpretación de las normas. Ya con legalidad, el número uno volvió el pasado lunes a la tierra batida del lujoso hotel malagueño, donde el viernes le cantaron el cumpleaños feliz. Hizo 33 con un doble objetivo en mente: ser el que más Grand Slams gane en la historia (acumula 16) y sumar más semanas que nadie en lo alto del ranking (lleva casi tres meses congelado en 282). Además, no descarta jugar en Serbia este verano. Su compatriota y entrenador, Goran Ivanisevic, apunta la posibilidad de que Nole participe en un torneo de exhibición que organiza Janko Tipsarevic. Nadal no tiene tanta prisa y no parece dispuesto a involucrarse en la Liga Mapfre, que arrancará el 10 de julio en Lleida con el resto de españoles del top-100.
Actividad Djokovic podría jugar en Serbia y Nadal no lo hará en España