El Madrid le ha puesto una cláusula de 250 millones de euros
Take Kubo (19 años) apunta a ser lo que siempre persiguió Florentino Pérez, un futbolista tan bueno en el campo como irresistible para las marcas. Por eso el Madrid anduvo listo y rápido el verano pasado, cuando incorporó al proyecto más prometedor del Barça en la última década. Una maniobra que puede dejar secuelas, según Joan Vilà, director de Metodología culé hasta 2018 . “Se arrepentirán muchos años de dejar a Kubo en bandeja de plata al Madrid, es un error impropio de un club como el Barça, es gravísimo”, dice en una entrevista en AS al compañero Javier Miguel.
Al otro lado del puente aéreo también lo ven así, más aún con la evolución de Kubo. Tras destacar en la gira 2019 a las órdenes de Zidane, pidió salir cedido para probarse en Primera. El test de pretemporada le hizo sentir que estaba algo más que el Castilla, en lo que coincidió con el club.
En el Mallorca, por la apuesta de Moreno por los veteranos o por los viajes transoceánicos de Kubo en los parones internacionales, de los que el técnico se ha quejado porque le obligaban a incorporarse al grupo el último, le costó entrar. Pero ya no hay quien le mueva de un once en el que estará hoy en el Di Stéfano, en un partido que soñó en el Bernabéu: “Ahí es imposible jugar mal”, aseguró en abril en AS.
En el Madrid se frotan las manos con el crecimiento de Kubo, que no sólo ha mejorado futbolísticamente, sino que ha mostrado mucha personalidad en un contexto muy complicado: en él, un adolescente, están puestas las esperanzas de que el Mallorca, en descenso, salve la categoría.
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