PUERTA HACIA EL MUNDIAL
palabra que mejor define a ese perfil de jugadores y es que los citados Oyarzabal, Adama y Asensio comparten ADN con otros dos internacionales que sí estarán disponibles esta tarde, Ferran Torres y Ansu Fati. Dos debutantes con cara de liártela en cuanto te descuides. Esa apuesta por el desborde es quizá la navaja suiza que nos saque de más de un apuro, algo de lo que no disfrutamos en las últimas grandes citas, en las que los rivales aguardaban sentaditos a que nuestro tiqui-taca se decidiera de una vez por todas a poner rumbo al gol. Y no lo ponía.
La Nations League también es una vía de acceso al Mundial. Europa dispone de trece plazas para Qatar 2022, de las cuales diez serán para los ganadores de los diez grupos de la fase de clasificación organizada por la FIFA. Las otras tres plazas saldrán de dos rondas de playoffs entre los diez mejores segundos de cada grupo y los dos mejores vencedores de la fase de grupos de la Nations League.
Portería. Luis Enrique regresa a la Selección un año y cinco meses después con la misma duda en el menú: Kepa o De Gea. La incorporación de Gerard Moreno apunta a que Rodrigo caiga a la derecha, mientras que Ramos y Busquets volverán a ser la columna que vertebre al equipo.
Joachim Löw también abre la puerta a caras nuevas en la Mannschaft. Con mascarilla o sin ella, Alemania siempre es
Alemania, aunque esta no tenga orejas de Bayern y colmillo de Múnich. El seleccionador ha dado descanso a los campeones de la Champions (sólo Niklas Sülle, sin desgaste, entró en la lista) y en su ausencia serán perlas como Kai Havertz, Leroy Sané o Timo Werner las que lleven la voz cantante. Se trata de un equipo joven, pero Löw juega con fuego lo justo; en portería, sin los Pimpinela (Neuer y Ter Stegen), el técnico recurre a guardametas con sobrado kilometraje: Kevin Trapp (30 años), Bernd Leno (28) y Oliver Baumann (30).
El Alemania-España es el primer gran duelo de una competición que, más allá del palmarés, otorga dos plazas para el playoff hacia Qatar 2022 a aquellas selecciones que no se ganen el billete por la vía tradicional de las eliminatorias mundialistas. Un torneo enrevesado, aún sin poso, un enorme elefante (55 federaciones en competición) que apenas hace ruido al andar. Ha llegado, está aquí y no nos habíamos dado ni cuenta.