Un tango en Bucarest
El argentino Rapallini arbitra a Yarmolenko y Pandev
Daría para un tratado geopolítico este Ucrania-Macedonia del Norte que se disputa a medio camino entre ambos países, en Bucarest (Rumanía), con Rusia y Grecia irritadas por las camisetas de las dos selecciones, y dirigido por un árbitro argentino. El acuerdo de intercambio entre UEFA y CONMEBOL convertirá a Fernando Rapallini en el primer colegiado no europeo que arbitra en una Eurocopa.
Deberá controlar este constructor de piscinas –que también las sanciona sobre el césped– a dos combinados obligados a puntuar, tras cosechar sendas derrotas en su debut. Cayó Ucrania ante Países Bajos en el último instante, y perdió también a Zubkov. Le sustituirá muy probablemente Tsyhankov, ausente contra los neerlandeses. Menos problemas tendrá Angelovski, quien puede repetir la alineación que dispuso ante Austria, su mejor (y casi único) once.
Aunque se presenta Ucrania con uno de los planteles más jóvenes del torneo, se presume un interesante duelo de treinteañeros entre Yarmolenko y Pandev, goleadores en la primera jornada. En esa batalla tendrán mucho que decir el rayista Dimitrievski y Bushchan, con grandes intervenciones en el estreno pese a recibir tres goles cada uno.
Y se prevé también una apasionante partida de ajedrez entre los talentos de Malinovskyi, el hombre tranquilo del Atalanta, y el levantinista Bardhi. Los de Shevchenko, que ya ofrecieron una esperanzadora imagen ante Países Bajos, querrán ahora la posesión. Y todo ello, bajo la batuta de un argentino. Historia de la Eurocopa, y un tango.
Histórico Por primera vez en una Eurocopa, el colegiado es de otro continente