FERmedallas en Tokio
El proyecto impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso finaliza los Juegos Paralímpicos con seis metales
Los deportistas españoles triunfaron en Tokio. A falta de tres días para finalizar los Juegos Paralímpicos, la expedición ya había superado las medallas logradas en Río. El Proyecto FER, impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, celebró todos y cada uno de los metales logrados en Japón. Sin embargo, seis medallas tuvieron un color especial. Kim López, Héctor Catalá, Miriam Martínez, Iván Cano, Ricardo Ten y Héctor Cabrera dejaron el listón del Proyecto FER en lo más alto del cajón.
En total, se lograron seis ‘FERmedallas’: un oro, tres platas y dos bronces. De los 16 deportistas respaldados por la Fundación, seis de ellos, más de un tercio, regresaron con un metal en la maleta. El alicantino Iván Cano le puso la guinda a una participación brillante. Su plata cerró unos Juegos históricos para el Proyecto FER.
Tokio dejó mil historias para el recuerdo, pero jamás olvidará la Fundación ni España la madrugada del 28 de agosto. Ese día, se produjo una mascletà (así lo calificó el propio Proyecto FER). Tres medallas se lograron de golpe, con Héctor Catalá, Kim López y Ricardo Ten, abanderado de España en la inauguración de los Juegos, como protagonistas.
Una de las grandes alegrías que se llevó la armada española fue la de Kim López. El de Silla repitió en Tokio el oro de Río y fue capaz de batir el récord del mundo en lanzamiento de peso. La participación de los deportistas FER fue un éxito y todos ellos ya tienen su mente puesta en París, en los próximos Juegos Paralímpicos. Pero antes, tendrán que ir agigantando su leyenda en Mundiales, Europeos y todo tipo de citas.
Quién se lo iba a decir a Miriam cuando hace tres años tuvo que aprender a andar de nuevo tras un derrame. O a Héctor cuando estuvo en la
UCI por un accidente en bicicleta al chocar con un bloque de hormigón por su falta de visión. O a Iván, con sus inseparables gafas de sol por el albinismo. Su esfuerzo tuvo premio y el nuestro pasa por su ejemplo. Su capacidad de salir adelante ante los reveses de la vida. Porque en los Paralímpicos si algo abunda son las capacidades.
También fue la primera medalla de Héctor Cabrera, después de su diploma en los Juegos de Río, y la de Ricardo Ten, sobre la bicicleta. El atleta la consiguió plantando cara a un enorme dolor en la rodilla y al otro se le escapó el doblete por una caída como consecuencia de un golpe de calor. Lucha no faltó. Tampoco el oro de Kim López que reeditó su corona de los anteriores Juegos, en esta ocasión con récord includio. Tokio será inolvidable por muchos motivos. Y mientras haya gente que se quede con aquello que pudo ser y no fue, otros -los más- se quedarán con que salieron adelante, España mejoró sus cifras de Río y las historias de superación que nos regalan. Algunos por primera vez, pero seguro que no por última…