El primer golpe en la mesa de Florentino
Con Camavinga el Madrid pone la primera piedra de su gran idea de proyecto de futuro. Con 18 años está llamado a convertirse en uno de los hombres fuertes del equipo y de la selección francesa, actual campeona del mundo. Y será pronto. Con Mbappé y los que estén por venir son el futuro del Madrid. Representantes de ese fútbol moderno en el que priman los futbolistas enérgicos y eléctricos. Es el modo de jugar al que debe tender el equipo para volver a ser competitivo, porque la gesta de las cuatro Champions en cinco años, aunque esté tan reciente, ya forma parte del pasado. La generación de los Cristiano, Ramos, Varane, Kroos, Modric y Benzema debe dar paso a otra, y esa otra echa a rodar ahora, precisamente, con la presentación de Camavinga.
Tras Eduardo y Kylian deberán llegar otros jóvenes ya contrastados que se unan a esa brillante generación que ahora intenta juntar Florentino y que debe lucir en el nuevo Bernabéu.
El siguiente nombre en la hoja de ruta blanca es el de Haaland. Los tres, Camavinga, Mbappé y Haaland, tienen un denominador común. Su fascinación por la historia del Madrid. Esa marca, que es la Coca-Cola del fútbol, es el gran argumento que tiene la entidad para luchar contra las grandes fortunas y los clubes Estado. De otro modo, Camavinga estaría ahora en el PSG, pero prefirió vestir la camiseta blanca a tener más dinero en la cuenta. Como ha sucedido con Mbappé y como, al tiempo, sucederá con Haaland. El Madrid del futuro empieza ahora...