Frenazo para Ansu Fati
Los médicos y los técnicos coinciden en que no hay que correr con el canterano, que aplaza su retorno hasta octubre
La vuelta de Ansu Fati se demorará unos días. Quien más o quien menos dentro del club había señalado en rojo en el calendario la fecha el lunes 20 de septiembre, día que el Barcelona juega en casa ante el Granada, como la ideal para volver a ver de nuevo al joven delantero en un campo de fútbol. Sin embargo, todo apunta que habrá que esperar unos días más para poder disfrutar de tan ansiada imagen.
Según ha podido saber AS, a la prudencia que están gestionando tanto los médicos como los técnicos en la recuperación del joven delantero se ha unido una ralentización de la rehabilitación en los últimos días, que ha obligado a poner el freno de mano sobre las expectativas iniciales.
La prueba irrefutable de que a Fati aún le queda camino por recorrer para recibir el alta es que no estuvo en el amistoso que jugó el equipo este miércoles ante El Prat. Una ausencia justificada en el seno del vestuario porque Ansu “aún tiene que sumar muchos más entrenamientos para jugar”.
Así pues, todo apunta que habrá que esperar unas semanas más para disfrutar de Ansu Fati. Ahora mismo, el reto es que pueda estar disponible en octubre, después del parón por la disputa de la Liga de Naciones. Eso quiere decir que no le veremos ni ante el Bayern, Granada, Cádiz, Levante, Benfica y Atlético de Madrid.
Motivo “Debe sumar más entrenos para jugar”, dicen en el vestuario
Precaución. Una lástima, sin duda, porque quien más o quien menos esperaba verle dentro de quince días, pero ya advirtió Ronald Koeman que con Fati van a priorizar que se recupere al cien por cien porque “es un jugador muy joven con un futuro espectacular”.
Posiblemente su regreso se demore hasta después del parón de selecciones, con el partido ante el Valencia en el Camp Nou del 17 de octubre como gran objetivo. Entonces habrán pasado once meses desde que se lesionara el menisco. Casi un año entero de tribulaciones, operaciones, recaídas y lágrimas. De ahí que en el club lo tengan muy claro: sólo volverá cuando esté al 100%, física y mentalmente.
Lo que sí está claro es que Ansu es una apuesta estratégica del club que confía en él con los ojos cerrados. El hecho de que el canterano asumiera la responsabilidad de vestirse la camiseta con el número 10 a la espalda que ha dejado Leo Messi ya demuestra las intenciones del jugador. Joan Laporta calificó el lunes en TV3 su paso adelante como de “muy valiente” y desde el club se está hablando ya con su representante, Jorge Mendes, para ampliar el contrato y llegar a un compromiso que asegure la presencia de Ansu Fati como un jugador de referencia.