La solvencia de un gran SUV en el Kadjar
Renault ya hizo pleno con el Captur, que fue capaz de atraer el interés de muchos potenciales compradores de un SUV con vocación urbanita, una especie de Clio incluso más fardón. Pero necesitaba más, la marca del rombo no podía renunciar a su porción del pastel en los segmentos superiores.
Y así surgió el Kadjar. Denominación peculiar que toma como base la de su primo el Nissan Qashqai para convertirse en una alternativa de enorme solvencia, capaz de competir sin complejos con rivales de reconocido prestigio.
Para empezar, disfruta de un estilo moderno, original, diferenciador. Mezcla con acierto elegancia con dinamismo en una carrocería de 4,44 metros de longitud y un estilo claramente rutero, es decir, alejado de cualquier referencia a los 4x4 más camperos.
En el interior llama la atención especialmente el comple- to equipamiento en cualquiera de sus versiones, que llega a la excelencia en las superiores con soluciones de seguridad y conectividad muy avanzadas: desde el reconocimiento de señales al cambio de luces automático, pasando por la alerta de cambio involuntario de carril, asistente de aparcamiento o una gran pantalla central de información.
La oferta mecánica está compuesta por motores de gasolina (130 y 165 CV) y turbodiésel dCI ( 110 y 130 CV), que se combinan con sistemas de tracción a las ruedas delanteras o integral, así como un cambio manual de serie o automático opcional.
La gama Kadjar se mueve en un abanico de precios entre los 20.100 y los 28.300 euros.