El Racing peleará con la Cultu y la maldición del 7
Tiene lesionados a los cuatro extremos derechos
Ser extremo derecho del Racing es una profesión de riesgo’, ‘Se busca extremo derecho’, ‘Hay que quemar la camiseta con el número 7’. Con esos tres carteles pegados en la pared del vestuario intentaba ayer Ángel Viadero, el entrenador del Racing, provocar una sonrisa y levantar la moral de sus jugadores que acababan de ver cómo un jugador fundamental del equipo, Santi Jara, caía lesionado en pleno partidillo.
Aunque hoy le harán las pruebas radiológicas pertinentes, pero parece claro que se ha producido una rotura en el aductor medio de su pierna izquierda. El propio Jara, cariacontecido, reconocía que “desgraciadamente no creo que estemos hablando sólo de una contractura”.
Increíble. El futbolista albaceteño, único encargado de botar las faltas indirectas y los saques de esquina, una de las mejores armas del Racing desde que le fichó en diciembre, es por sí solo uno de los responsables de la mejoría racinguista en las últimas semanas, pero es que, además, se da la circunstancia que los otros tres componentes de la plantilla que pueden jugar en esa posición están también lesionados: César Díaz, con el cruzado roto, el canterano Somavilla, con una pubalgia que no remite, y Óscar, quien tras recuperarse de una operación de hombro se rompió el lunes el recto anterior. Cuatro extremos y los cuatro de baja, casi imposible. A esos hay que sumar que Coulibaly y Laro, que también jugaron ahí en la primera vuelta, salieron en enero por no convencer al entrenador.
Sin ningún especialista para jugar ahí en el partidazo del Reino de León, las opciones más probables pasan por adaptar a un pivote, Javi Cobo, o a un lateral, caso de David Córcoles, que, además sale de un mes parado por lesión.