El don de Diego Alves y la desdicha del Deportivo
Fajr erró el penalti, gol mal anulado a Gil y Albentosa, autogol
En Mestalla empezó la cosa en plan ruleta rusa. En solo 9’ se vieron dos ocasiones del Valencia, una de Orellana y otra de Zaza; un penalti parado por Diego Alves a Fajr; un gol anulado a Carles Gil por fuera de juego cuando no lo estaba; un remate al larguero de Munir y un gol, el de Garay, el que adelantaba a los de Voro para alegría, entre otros, de Mateo Alemany, que estrenaba cargo y palco.
Mel se desesperaba en el banquillo y con razón. De poder ponerse por delante a ir a remolque. Y ello por ese don que tiene Diego Alves, que convirtió al Fajr en su quinta víctima del año desde los 11 metros (de ocho que le han tirado, que se dice pronto). Con tales guarismos, a ver quién le pone este verano el cascabel al gato (nunca mejor dicho) y dice de traspasar al brasileño para quedarse con Jaume y el hoy cedido Ryan.
Para mayor desgracia del Deportivo, Albentosa enfiló un despeje hacia su portería y así nació el 2-0, un premio excesivo a los méritos de los blanquinegros.
Pero las idas y venidas de Juanfran y el querer del ‘exiliado’ Carles Gil no le dio a los coruñeses como para poner ya hasta el descanso en más aprietos a Alves.
La segunda parte arrancó con un cambio de fichas de Mel y una nueva parada de Diego Alves, ésta vez tras disparo de falta de Emre, el recién incorporado. Digamos que de salida con el turco el Deportivo sí merodeó el área con cuchillo en mano. Pero no contento con sus intervenciones a balón parado, Alves sacó su puño a ras de suelo tras disparo de Joselu y también un mano a mano a Andone. Con esas dos paradas les vino a decir a los coruñeses que llamaran a otra puerta que la suya, ellos, no la abrirían.
Quien sí abrió de nuevo la de Lux y también la caja de los truenos de Mestalla fue Cancelo, que tuvo la brillante idea de celebrar su gol mandando callar a la grada, como si el añito que lleva el respetable diera pie a tal niñería.
Niñería Cancelo mandó callar a la grada tras su gol y ésta gritó que se vaya