Un riguroso penalti coloca al Tenerife en tercer lugar
El Real Oviedo buscó el empate, pero sin claridad
El Tenerife escaló a la tercera posición tras ganarle con sacrificio a un buen Real Oviedo. No pudo igualar el goal average particular (en el Tartiere fue 2-0), pero sumó tres puntos merced a un dudoso penalti Aitor Sanz, en el único remate entre los tres palos.
Intensidad. El duelo empezó con mucha tensión e intensidad, conscientes de lo que había en juego tras los resultados del sábado. Fue el equipo local el que estuvo más metido con Aitor Sanz como repartidor de juego y con Shibasaki, que debutaba en la titularidad, bien en ataque y no tanto en defensa.
Cuando el conjunto de Fernando Hierro empezaba a equilibrar la historia, el colegiado pitó un riguroso penalti que despertó las protestas de todos los asturianos. Aitor se hizo cargo y consiguió el 1-0 a pesar de que Juan Carlos le adivinó el palo.
No acusó el tanto el Oviedo porque fue quien mandó en los siguientes minutos al son de un Susaeta que hacía lo imposible para asistir a sus compañeros e incluso asustar a Dani: primero con una falta y luego con un lanzamiento inesperado dentro del área que el portero blanquiazul respondió con reflejos en ambas acciones.
En la segunda mitad, Martí metió al Choco buscando más peso ofensivo y eso niveló un poco el encuentro. Eso sí, los visitantes tuvieron una triple ocasión para empatar, pero no acertaron. Ya con Saúl Berjón y Linares en cancha, el Oviedo volvió a tener otra en las botas de Toché con poco peso en el desarrollo del choque, pero Dani Hernández le ganó en el mano a mano.
El meta tinerfeño y sobre todo Alberto, de excelente trabajo, sostuvieron la ventaja local que fue muy sufrida porque los de Hierro nunca se entregaron y merecieron algo más.