AS (Valladolid)

El Martín Carpena dará la final por los videomarca­dores

Se espera un grandísimo ambiente

- C. CARIÑO /

La final de la Eurocup de esta noche contra el Valencia devuelve a la memoria la histórica Copa Korac que el Unicaja ganó en 2001 tras derrotar al Hemofarm de Vrsac serbio (77-47 y 69-71). Aquel primer título fue muy celebrado. Era un gran Unicaja con Cabezas, Jaumin, Mrsic, Petruska, Berni Rodríguez, Sonko, Weis, Paco Vázquez y Darren Philip. Maljkovic fue el éxitoso entrenador de un equipo que reside en el corazón de todos los aficionado­s cajistas.

Dieciséis años después de aquella gesta, este Unicaja de Joan Plaza ha recuperado las sensacione­s especiales de aquel primer éxito, aunque ahora la gesta ofrece mayor dificultad porque se trata de asaltar La Fonteta, la casa del Valencia. En Málaga vuelve a hablarse de baloncesto con una pasión que parecía diluida. Sus tres títulos oficiales (Korac, Copa de 2005 y la Liga de 2006) los ganó como visitante.

A través de un iniciativa organizada por el propio club y el Ayuntamien­to de Málaga, el Martín Carpena abrirá sus puertas para que, quienes lo desee, disfruten del partido a través de sus videomarca­dores. La entrada es gratuita y se barrunta ambientazo.

“Nadie contaba con nosotros. La presión es para ellos” comenta el polaco Adam Waczynski de cuyos certeros tiros la afición verde espera mucho. Sus compañeros y él no estarán solos. Contarán con el apoyo de 55 aficionado­s que consiguier­on las únicas entradas que salieron ayer a la venta. Estas se agotaron en poco menos de treinta minutos. También acudirá su carismátic­a mascota Chiqui, aquella que cortó el tráfico en Serbia hace 16 años mientras transitaba el autobús del Unicaja poniendo de los nervios primero, y llenando de carcajadas después, a la severa policía de aquel país. Un símbolo para el Unicaja tanto en las buenas como en las malas.

Unicaja Le apoyarán los 55 aficionado­s que lograron comprar las entradas

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PASIÓN. Omic, de rodillas, celebra la victoria del segundo partido.

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