¡Quedan dos meses para poder intentarlo!

Quedan dos meses de

Liga, diez partidos para terminar la temporada si el equipo no se mete en playoff. Hay que ser realistas, la cosa está complicada. Más que por los puntos de distancia con la sexta plaza, por las sensaciones que transmite el Valladolid. Tampoco sirven de ánimo los gestos del entrenador. Parece desanimado, preso de sus palabras en torno al rendimiento que su equipo iba a ofrecer en las últimas diez jornadas. Dubitativo. Cambios de sistema, de hombres. 32 jornadas después el equipo blanquivioleta sigue buscando su estilo. Demasiadas cosas cogidas con pinzas como para esperar una catarsis total que convierta al conjunto de Herrera en un candidato a jugar en Primera.

No quiero pintar un panorama desolador, sólo trato de ser objetivo y presentar las cosas tal y como son a día de hoy.

Pero esto es deporte, fútbol, y a veces pasan cosas para bien que lo cambian todo y marcan un antes y un después. Queremos poder agarrarnos a algo. Y hoy, ante el Córdoba, el Valladolid tiene su última oportunidad de reconvertir la situación. Debería servir de ejemplo el gran partido que hizo el año pasado ante los andaluces en Zorrilla y también en horario matinal. Como fuente de inspiración puede valer. Como también la presencia de Espinoza, por fin, para tratar de ayudar hasta el final. Tratamos de animarnos, todos, pero el equipo y el técnico tienen que poner más de su parte. No sé si con Guitián por delante o con

De Tomás en punta, Herrera sabrá, pero algo debe cambiar para bien. Por tiempo y puntos en juego no será.