La mediación para reducir la violencia
La cuestión es si la eclosión de la violencia en el deporte que estamos viviendo se puede prevenir. Para ello deberíamos comprender a qué puede deberse el aumento de dicha escala de conflicto y deberíamos recordar que el futbol abarca muchísimos aspectos positivos y ejemplarizantes. Debemos aprovechar las ventajas maravillosas que nos ofrece para formar a los jugadores como mejores personas, y permitir a los aficionados disfrutar en pacífica convivencia de las maravillosas experiencias que produce la contemplación de dicho deporte. Debemos indagar sobre sus orígenes con el fin de detectar las causas y prevenir las soluciones.
En un deporte con tanta diversidad cultural y social, la violencia no desaparecerá por suscribir acuerdos de no violencia o redactar manifiestos de buenas intenciones. Para alcanzar la paz social, es imprescindible trabajar desde los valores de la educación y el respeto de forma activa, transversalmente, desde la élite hasta el último rincón de la escuela más humilde. Y la mejor manera es a través de la Mediación.
La instauración de protocolos que permitan educar en la paz a todos los partícipes, y les doten de herramientas y técnicas mediadoras para abordar y afrontar con serenidad las situaciones difíciles y violentas en las que puedan verse involucrados, así como prevenir la aparición de éstas.
No debemos caer en el error de resignarnos a pensar que el futbol se nutre de la cultura de la violencia. Es imprescindible ampliar nuestra visión y entender que un elemento cultural de peso tan enorme es también uno de los calderos principales que nutre de valores fundamentales a nuestros hijos para su desarrollo como personas. Gemma Pons García Valencia