Todo un manual de torpezas
No hay por donde cogerlo. La actuación de todas las partes en el asunto Ortuño llama la atención. El guión es digno de una buena película de intriga, pero lo peor es que el asunto no parece tener una solución clara. Yo diría que nadie sabe lo que va a pasar e incluso no descartaría que una pirueta final el jugador acabara vistiendo la camiseta blanquivioleta. El caso es que Ortuño, uno de los futbolistas conn más opciones en el mercado veraniego de todo el fútbol español, se encuetra ahora con la posibilidad de quedarse sin jugar y con dos contratos firmados, el del Valladolid, que selló el acuerdo cuando comprobó en el sistema informático de la LFP que el jugador quedaba libre, lo que excusa al club del problema en el proceso, y el de Las Palmas, que vuelve a tener vigencia tras que la propia Liga entienda que la rescisión no es correcta. ¿Y ahora qué?, pues sinceramente no tengo ni idea.
Es un lío mayúsculo en el que lo único que invita al optimismo es que no parece que haya habido mala intención por las partes, más bien una tonelada de torpezas, lo que puede desembocar en un acuerdo menos traumático El Valladolid recopila toda la información con la intención de saber si tiene que denunciar, aunque la Copa le dejó una buena noticia, Asier Villalibre también llama a la puerta y tiene buena pinta. Lo mismo todo este lío destapa a un buen futbolista.