AS (Valladolid)

Derbi de emociones y una gran efectivida­d goleadora

Partidazo de Señé, Buendía, Mata y Hervías. Las defensas, mal

- IGNACIO BAILADOR

Cuarenta y dos años tuvieron que pasar para que Cultural y Real Valladolid se volvieran a ver las caras en Liga y el enfrentami­ento no pudo ser más completo. Deportivid­ad absoluta en las gradas, dos equipos tratando de tener el balón, penaltis, polémicas, ocho goles y dos porteros que salvaron a los suyos al final, en un encuentro que dejó la sensación de que cuando los de Rubén de la Barrera ponen la sexta marcha son inalcanzab­les. El problema es que los leoneses son humanos y no pueden mantener ese ritmo 90 minutos. Cuando no lo hicieron, los pucelanos demostraro­n ambición y acierto.

El partido empezó a máxima velocidad. La Cultural, contagiada por un ambiente extraordin­ario, sorprendió de salida a su rival, que era incapaz de dar tres pases seguidos y mucho menos de acercarse a Palatsí. Señé se colocó en la espalda de Borja y creó continuo peligro entre la defensa y el mediocentr­o defensivo que tuvo que hacer tres faltas seguidas para parar al interior catalán. A la cuarta no llegó y el disparo del leonés rebotó en Guitián, despistand­o a Masip y haciendo que el esférico entrara en la portería. No se pararon ahí los locales. El árbitro se equivocó al pitar penalti sobre el propio Señé de Antoñito, que derribó al jugador, pero fuera del área. El exblanquiv­ioleta Rodri fue el encargado de lanzar, pero Masip sacó una mano mágica para despejar y dar un manotazo a sus compañeros para que despertara­n.

Y es que el Real Valladolid volvió a tardar 20 minutos en entrar en el partido, pero lo hizo sintiéndos­e vivo. Empezó a entrar por la derecha con Hervías y por la izquierda con Nacho.

La Cultural se tomó un descanso y los blanquivio­letas pasaron a controlar el partido. Entonces Mata comenzó a aparecer. El madrileño volvió a hacer su jugada favorita arrancando en un contragolp­e desde la izquierda y Zuiverloon le hizo penalti que él mismo se encargaría de transforma­r para llevar el partido al descanso con tablas, cuando más cómodos se encontraba­n los pucelanos en el Reino de León.

Locura total. La segunda parte fue todo una oda a la efectivida­d, a la locura, a la ausencia de trabajo defensivo y se notó en los seis goles que vendrían. Pegó primero (2-1) Yeray tras una recuperaci­ón en la salida de balón de los pucelanos para que el mediocentr­o pusiera el balón casi en la escuadra. Eran minutos de sexta marcha, de nuevo, de los leoneses y el Valladolid trataba de encajar los golpes sin sufrir más daños, esperando su oportunida­d. La gasolina le duró 15 minutos a los leoneses hasta que Guitián empató, a la salida de un córner, (2-2), en el inicio de 10 minutos mágicos de los visitantes. No tardó mucho el Valladolid en ponerse por delante. Mata volvió a provocar un penalti dudoso, es difícil saber si la falta fue dentro o fuera. De hecho, Figueroa Vázquez primero pitó falta y expulsión y después penalti y amarilla, aplicando perfectame­nte el reglamento. Hervías transformó el penalti para poner el 2-3 y Mata, otra vez arrancando desde la izquierda, volvió a marcar. Cuatro goles en cuatro partidos lleva el madrileño.

El encuentro con 2-4 parecería sentenciad­o si no fuera porque por el medio andaba la Cultural, que no se rinde nunca. Hervías montó un show tras hacerse daño en el tobillo y en vez de enfriar el partido pareció calentarlo más. La Cultural echó el resto, otra vez en sexta, y empató en cinco minutos. Rodri culminó una gran jugada de Buendía dentro del área pequeña y Señé, desde fuera del área, sorprendió a Masip para poner el 4-4. Todavía quedaban siete minutos más el descuento y aún hubo tiempo para que ambos equipos se llevaran el partido. Zuiverloon hizo volar a Masip tras su remate de cabeza y Palatsí ganó en el mano a mano decisivo a Mata cuando el partido ya estaba en el descuento. Un gran partido, con una enorme efectivida­d, que dejó a todos los contendien­tes con sensacione­s agridulces: pudieron ganar, pero también pudieron perder. Partidazo.

Seis goles La segunda parte fue una locura con media docena de goles

 ??  ?? TRES PENALTIS. El partido tuvo de todo, hasta tres penaltis, de los que el Valladolid convirtió los dos que tuvo a su favor.
TRES PENALTIS. El partido tuvo de todo, hasta tres penaltis, de los que el Valladolid convirtió los dos que tuvo a su favor.

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