El SsangYong Tivoli una compra inteligente
No se trata del todocamino compacto más refinado o sofisticado de su segmento pero sí que convence por una excelente relación entre su calidad y un precio muy aquilatado
SsangYong es otra de las marcas coreanas que está evolucionando de forma encomiable a lo largo del tiempo. Consiguen adaptar sus productos a las preferencias de los clientes de un mercado global, dejando atrás diseños difíciles de digerir, una calidad mejorable y una tecnología obsoleta.
El Tivoli es una muestra irrefutable de tal realidad. Se trata de un SUV de tamaño compacto (mide 4,20 metros de longitud) que desde luego no es mejor de un segmento tan competido como éste pero, también sin duda, pueda satisfacer a muchos potenciales compradores que busquen sacarle el mayor rendimiento a su inversión. En el caso de la versión de esta prueba, una de las superiores, por algo más de 21.000 euros se accede a un automóvil polivalente y más que válido para responder a las necesidades de movilidad de una familia media.
La valoración del estilo de una carrocería siempre es una cuestión subjetiva, lo incuestionable es que la estética de este todocamino nada tiene que ver con esperpentos anteriores de la marca. Y lo más importante es que con su diseño envuelve un interior que se revela satisfactorio: espacio generoso para que cuatro adultos viajen con comodidad y un maletero bastante amplio y de formas aprovechables.
La calidad de los materiales utilizados no pasa de la corrección, los ajustes de las piezas interiores son buenos pero algunos plásticos resultan mejorables. El equipamiento del nivel Limited convence, no así tanto el sistema de infoentretemiento al que se recurre, claramente por debajo de las referencias del mercado.
Mecánicamente, el motor turbodiésel de 1,6 litros no es tampoco el más refinado que podamos encontrar, lo mismo que el tacto de su cambio manual de seis marchas, pero con 115 CV mueve con agilidad el conjunto y con consumos ajustados en cualquier tipo de utilización. Su comportamiento en carretera cumple con buena nota, consistente en los apoyos y con unas suspensiones equilibradas siempre que el asfalto no esté muy deteriorado. Y para la ciudad tiene un tamaño manejable y práctico.