Ocasión de oro culturalista ante un rival ya liberado
Rodri vuelve en los locales, pocos cambios en los visitantes
La liga y sus propios méritos le ofrecen a la Cultural una oportunidad única para, con varias jornadas de antelación, tocar la permanencia con ambas manos. Es el día propicio para hacerlo por los duelos de sus rivales directos y porque parece el Lugo un contrincante idóneo por su nula presión y por su apuesta de juego, siempre del gusto de un equipo que, como el leonés, está concebido para atacar.
El Reino de León repetirá sus mejores galas, la afición lo ve cerca, pero técnico y jugadores ponen parches a la aparente confianza externa. No es el conjunto gallego amigo de celebraciones ajenas y los precedentes (Girona o Ponferradina) están presentes en la casa blanca. De la Barrera mantendrá el bloque de la mejor racha de la temporada con la segura presencia de Rodri en la punta en detrimento de Ibán Salvador. El fenomenal estado de forma del equipo, que no pierde desde el mes de marzo, alcanza su punto álgido en su estadio donde ha ofrecido su mejor nivel.
Continuidad. Por su parte y ya con la permanencia matemática en el bolsillo, el Lugo llega al Reino de León con el único objetivo de mejorar los 56 puntos que marcan su mejor registro en Segunda División. Para ello, Francisco dará continuidad a la idea de los últimos partidos, que ha reactivado al equipo, una línea de cinco atrás que se convierte en 3-52 en ataque. De esta manera, Escriche repetirá como referencia arriba, con la duda de si Jaime Romero seguirá siendo su acompañante o el míster lucense introducirá alguna variante. Sergio Gil dirigirá al equipo en la media y Pita en el eje de la zaga. Lo que funciona no se toca y Francisco insistirá en la idea.