El Alcorcón golea al Rayo y aplaza su ascenso
Los alfareros acarician la salvación y frustran la fiesta franjirroja
Al Rayo se le escapó el primer tren a Primera justo en sus narices. Sólo necesitaba dos puntos para cerrar el ascenso, pero el Alcorcón se le hizo bola. Rocoso como siempre, doloroso como nunca. Los franjirrojos se han visto obligados a aplazar una semana más la fiesta, eso sí, en Vallecas, ante su gente. Se toparon contra unos alfareros que, con esta contundente y merecida victoria, encarrilan la salvación.
El Alcorcón salió pisando fuerte, espoleado por el instinto de supervivencia. Peña avisó con una chilena y la amenaza no tardó en hacerse realidad cuando, de nuevo, él remató solo, asistido por Bruno Gama. Los planes discurrían según lo previsto por Velázquez, aunque sufrieron un revés con la lesión de Casto. Aun así, los amarillos no se resintieron: seguían generando peligro. El Rayo, por su parte, estaba desaparecido y le costó encontrarse, controlar el esférico. Sólo cuando comenzó a hacerlo llegaron las ocasiones. Tímidas. Un cabezazo alto de Velázquez y un trallazo de Beltrán desviado. Antes del descanso se hizo el silencio por un agarrón de David Fernández a Comesaña dentro del área. De Tomás tomó el balón, era su momento, desde los once metros, pero Dani Jiménez olisqueó sus intenciones y lo paró. Se convertía en el héroe inesperado.
El Rayo salió más despierto tras el descanso y cuando parecía que podía remontar el vuelo, una mano de Beltrán cambió el guion. Peña lanzó el penalti y, aunque Alberto lo atajó, poco pudo hacer cuando Toribio cazó el rechace. Sin embargo, los locales aún tenían mucho que decir. Álvaro Giménez tuvo un mano a mano con Alberto y Mateo enganchó el despeje para poner el 3-0. Incluso hubo tiempo para que Álvaro Giménez sentenciara conectando un balón en el área. Tres puntos que saben a salvación en Santo Domingo y una derrota amarga para el Rayo. Se le escapó el tren. Por suerte, el tiempo de espera para el próximo es de siete días. Un destino así bien merece tener paciencia...