Serena gana vestida de ‘Vengadora’ en su vuelta
No competía en un grande desde enero de 2017
Un año, cuatro meses y un día después de jugar su último partido en un Grand Slam, la final de Australia en la que ganó ya embarazada a su hermana Venus, la legendaria Serena Williams volvió a vestirse de tenista en un grande, aunque lo hizo con un traje de una pieza (catsuit para los americanos) de licra negra, con una banda roja en la cintura que le hacía parecer de los Vengadores. “Está inspirado en Wakanda (la nación ficticia que aparece en la película de Marvel Black Panther)”, dijo después y añadió: “Yo lo diseñé antes de las películas y representa a las madres guerreras. Siempre quise ser una superheroína y me siento así con ese uniforme”.
De esa guisa, que no dejó indiferente a nadie, venció en su regreso a Krystina Pliskova, la modesta hermana de Karolina, con sufrimiento, cansancio, gestos, gritos, movimientos extraños e incluso una caída (7-6 (4) y 6-4). Pero todo eso daba igual, Serena, la mejor de todos los tiempos, estaba de vuelta tras haber jugado solo cinco partidos este año entre Indian Wells, Miami y la Copa Federación.
Con sobrepeso, pero la raza y la calidad de siempre, Serena se presentó en una Chatrier entregada a la tres veces ganadora en París. Eso, después de que el torneo no le concediera la condición de cabeza de serie (ahora es la 451ª del mundo). Su marido, Alexis Ohanian, y su entrenador, Patrick Muratoglou, disfrutaron del triunfo de su chica, con un tie-break dramático de por medio. Se enfrentará en segunda ronda a la australiana Barty.
“La diferencia es que ahora quiero irme a casa y ver a mi hija Olympia (de ocho meses). Le he dado mucho el pecho, así que tenemos una gran conexión”. Así explicó la diferencia entre la Serena solo tenista y la Serena también madre.
El uniforme “Siempre quise ser una superheroína, y representa a las madres guerreras”