El Comandante ya espera al nuevo Celta de Mohamed
Morales, principal arma granota
Vuelve el fútbol a Orriols. ¡Por fin! Gritan los granotas, que hubieran preferido que el curso pasado nunca acabase. El Levante terminó la temporada a lo grande. Siendo incluso el mejor equipo del campeonato en las últimas jornadas. Y dándose el gusto de tumbar al ya campeón y todopoderoso Barcelona en un histórico triunfo en el Ciutat (5-4). Eso sí, bajo el telón de LaLiga goleado, precisamente, en Balaídos contra un Celta que había dicho adiós a Europa varias jornadas antes.
Dos equipos que no han cambiado mucho este verano. El Levante apenas nada. Mantiene el bloque. Y también a su técnico ‘milagro’. Desde que cogiera el equipo Paco López, firmó una espectacular tarjeta de presentación en su irrupción en Primera. Ocho triunfos, un empate y sólo dos derrotas que bien le valieron una merecida permanencia. Con unas señas de identidad propias. Alegre y atrevido. Y además con uno de los jugadores más en forma del campeonato: Morales. El Comandante está a otro nivel y el Levante lo agradece. Juega liberado, acompañando a Roger en punta en un clásico 4-4-2 en el que Campaña lleva la batuta.
Más cambios ha habido en Vigo. Aunque tampoco demasiados. El principal, en el banquillo. La llegada/apuesta por Toni Mohamed reabre una nueva era en Balaídos que se abrió con un empate en la primera jornada y que dependerá mucho de la recta final de mercado. Con la inquietud de saber si Aspas o Maxi seguirán de celeste. Hoy por hoy, el once que saltará al Ciutat esta noche es bastante parecido al del año pasado y, cómo no, depende de la inspiración de los de arriba.