Reválida de lujo en el Bernabéu

Pues aquí estamos. A las puertas del Bernabéu, una especie de visita al dentista parecida a la que todos sufren cuando van a jugar al Camp Nou. No queda más remedio que pasar por ello. Aunque las circunstancias no son las mismas de otras veces. En este caso todo lo que pase mañana será mirado con lupa dada la complicada situación que atraviesa este Real Madrid que se encomienda a la testiculina para tratar de salir de una crisis galopante que persigue a las naves del todopoderoso Florentino. Y así llega este incómodo y ejemplar Valladolid de Sergio, que no ha caído en la trampa de vivir obsesionado a lo largo de la semana con el partido. El choque de Mallorca ha venido bien para desconectar y desviar la mente de algo que no debe ser ni más ni menos que otro partido en el que hay tres puntos en juego.

Pero este Real Valladolid ya no va a poder pasar desapercibido antes de su puesta en escena en la capital. Llega sexto, invicto lejos del José Zorrilla y con un cartel de equipo complicado que se ha ganado por méritos propios. Llega el Valladolid de Ronaldo, porque así es, y el astro brasileño ocupará plaza en el palco y será reclamo de todas las miradas. Y más si a su equipo se le ocurre hacer la gracia. Todo es que se ponga Daniele Verde manos a la obra y que decida soltar una de esas bombas inteligentes capaces de derribar a cualquier guardameta que se ponga por delante. Será partido para el disfrute porque los blanquivioletas no llegan acuciados. Los nervios, para el Real Madrid y que demuestre poder con ellos. Y el Real Valladolid a lo suyo, sin hacer ruido, al estilo Sergio. Hay que jugarlo.