Leganés y Getafe llegan lanzados al derbi del sur
El fortín de Butarque mide a un visitante complicado
Derbi, al sur de Madrid, es una palabra que se escribe con humildad obrera. A la sombra del duelo capitalino (Madrid-Atleti), el Leganés-Getafe siempre fue choque de ligas menores, pero rivalidades superlativas. Una colección de refriegas históricas en todas las categorías posibles adorna este duelo que ahora trata de enraizarse en Primera tras 14 años de ausencia por el ascenso azulón a la élite y el descenso pepinero a Segunda B. Ya no es lo que era, pero la esencia se mantiene. Al menos en la afición. Apenas quedan 300 entradas y 288 getafenses animarán a los suyos en Butarque.
En las plantillas ya no hay paisanos. El morbo lo pone el reencuentro de Rubén Pérez con el Geta y el de Robert Ibáñez con el Lega, del que salió hace dos años en muletas. También se las verá Bordalás con Pellegrino. El Flaco cogió su Alavés después de ascenderlo a Primera. Hoy, primer duelo entre ambos con el argentino tratando de resolver el boquete por la sanción de Silva (salvo cautelar sorpresa) y el alicantino preocupado por Djené. Los visitantes no pierden a domicilio desde la primera jornada (Bernabéu). Los locales están a un partido de superar su mejor racha invicta en Primera (6 partidos oficiales) y suman su mejor arranque en casa desde 2010. Argumentos jugosos para recuperar la esencia de aquellos derbis obreros.
Ambientazo Sólo quedan 300 entradas; acudirán 288 getafenses