Pedrosa “Los títulos no se cambian, se ganan”

El piloto catalán habló con As con motivo de la presentación del su documental ‘El silencio del samurái’ en abierto en Red Bull TV

—¿Qué es lo último que hizo para cerrar su larga etapa de piloto de carreras? —No ha sido una última cosa, sino varias y muy emotivas. Comenzando por el homenaje que recibí al ser nombrado Leyenda de MotoGP, sin duda un momento trascendental y único en mi carrera. Aún me queda mucho por agradecer, pero en general he intentando despedirme como es debido de los aficionados que han estado a mi lado durante tantos años. También me despedí a través de las redes sociales y puse todo el empeño en transmitir mi agradecimiento a los patrocinadores, visitándoles personalmente en Madrid y Japón. —¿Y lo primero que hizo en su nueva vida?

—Dos cosas que me hacían mucha ilusión. Fui al circuito de Jerez para un homenaje por la concesión de una curva con mi nombre y pasé allí dos días conociendo a mi nuevo equipo, del que soy piloto probador. Lo hice en el pasado mes de diciembre y pude tener así las primeras sensaciones en pista con la KTM de MotoGP. —¿Por qué le gusta tanto el silencio?

—El silencio me ha ayudado a encontrar las respuestas que buscaba, porque a menudo esa repuesta está dentro de uno mismo. Además, hoy en día estamos rodeados de mucho ruido que no dice nada. —¿Por qué cosa que esté en su mano o a su alcance cambiaría un título de MotoGP? —Los títulos no se cambian por nada, simplemente se ganan. Yo lo sé porque he sido tres veces campeón del mundo y aunque no he logrado el de MotoGP por muy poco, me he ganado el respeto y cariño. —¿Qué es lo que más echará de menos de su vida de piloto?

—Esos momentos de determinación pura, de valentía y coraje donde hay que echar el resto, las situaciones que te exigen sacar lo mejor de ti mismo. —¿Qué es lo que más le atrae de su nueva vida?

—La tranquilidad y no estar tan estresado ni presionado. —¿Qué no volvería a hacer si su carrera empezase de nuevo? —Si iniciase ahora mi carrera deportiva tendría 33 años y no los 15 que tenía cuando empecé. La vida transcurre en tiempo real, es ahí donde tenemos que hacer bien las cosas, no podemos volver atrás para corregir ni borrar nada. —¿Qué repetiría de lo que ya ha hecho?

—La forma y el entusiasmo con el que me he entregado.

—¿Sigue sin tener respuesta a la pregunta de por qué todo le pasaba a usted? —A veces las cosas se repiten hasta que las aprendemos. Si continúas sin aprenderlas, te seguirán pasando. Seguro que tiene que ver con algo que aún no he aprendido. —¿Se puede seguir siendo un samurái en su nueva vida?

—Siempre me ha atraído la filosofía samurái y he aprendido muchas cosas a través de sus frases. Tsunetomo escribió en ‘El camino del samurái: “El camino nunca termina”.