Ganar para no depender de los demás

Tal y como se preveía se aprietan las cosas por no bajar. Nadie tira la toalla y parece que todo lo que esté por debajo de los 40 puntos puede condenar a jugar el año que viene en Segunda.

Al Valladolid le vienen a faltar cuatro victorias y dos o tres empates, 14 o 15 puntos, para alcanzar la cifra que garantice la permanencia. Dicho así no parece mucho, pero viendo cómo se están poniendo las cosas hay que concluir que la empresa no será sencilla. En Barcelona el Valladolid dio buena imagen a la hora de frenar y anular al Barça, ayudado por un Masip extraordinario, pero una semana más los delanteros del equipo de Sergio fueron naúfragos que no llegaron a rematar. Los números de los blanquivioletas en ataque son pobres y ese es el gran peligro que puede acabar por complicar la vida a los pucelanos.

Urge reaccionar y, sobre todo, ganar. Se vive de puntos y no de sensaciones, ni de optimismo, ni de buena voluntad. El Valladolid necesita sumar unidades para no verse en pocas jornadas con la soga al cuello. La del domingo ante el

Betis se convierte en una cita de capital importancia. Todo lo que sea ir superando jornadas sin caer a posición de descenso será ir cumpliendo el objetivo, pero la zona de peligro está ya demasiado cerca y sólo con una respuesta a base de sumar tres puntos se puede volver a coger espacio para respirar en Primera División. A Sergi

Guardiola no le hemos visto rematar porque no le llegan balones. El entrenador debe dotar al equipo de más pegada sin perder el equilibrio defensivo. Y todo eso sin Toni. Una pena perder al murciano para esta recta final.