Un tobillo de alto riesgo
Ya dijimos hace casi tres meses que una microfractura a nivel del maléolo peroneo, en un tobillo intervenido mediante osteosíntesis con placa de titanio y tornillos, era una lesión de alto riesgo para la práctica del fútbol, donde los traumatismos de tobillo son constantes, máxime en una posición de delantero y en jugadores de las características de Hazard. Y no me equivoqué. Han transcurrido casi tres meses y, pese a que el tratamiento recibido ha sido impecable, el tobillo ha vuelto a lesionarse. Era una circunstancia previsible desde el punto de vista médico. Los médicos del Real Madrid estarán ahora valorando los pros y contras del tratamiento conservador, teniendo en cuenta incluso que los procesos biológicos de osteogénesis puedan estar alterados y enlentecidos, al tratarse de una zona ya intervenida quirúrgicamente y que ha sufrido dos lesiones posteriormente.
Opor el contrario, intentar una solución definitiva mediante una nueva intervención. No es una decisión fácil, la medicina no es una ciencia exacta y menos aún la medicina deportiva, en la que el tiempo de baja es fundamental y hay presiones mediáticas de todo tipo. Otro factor a tener en cuenta es la altura de la temporada; un tratamiento conservador para que el jugador vuelva a tener un nivel competitivo aceptable (sólo aceptable, no el máximo nivel), necesitaría, en el mejor de los casos, dos largos meses. Así pues, lo aconsejable sería un tratamiento quirúrgico.