“En función de la evolución, valoraremos si se puede ser flexibles”
los olímpicos, la solución no es difícil analizando cada caso. Les ha pillado el toro con la cuarentena, pero podríamos aislarnos”, propone.
¿Y qué dice el Gobierno? Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes, recoge el guante, pero con mucha precaución. “Hablo con Sanidad cinco veces al día, y la clave está en parar el contacto. En estas primeras dos semanas las medidas son muy exigentes, pero son decisivas. En función de cómo evolucione la epidemia en 15 días, podremos evaluar y ver si, sobre todo de cara a los Juegos, hay alguna opción de introducir alguna flexibilidad”, reconoce.
Ante la petición de la natación, por ejemplo, de recluirse en un CAR, la secretaria de Estado revela que esas instalaciones podrían acoger enfermos ante un desbocamiento de los casos. “En este momento, lo que se contempla es que el CAR de Madrid pueda ser utilizado como instalación sanitaria, para que se hagan una idea de lo dramática que es la situación. La Blume o los pabellones pueden ser muy útiles. Hay que cambiar el paradigma: ¿qué podemos hacer desde el deporte para ayudar en la crisis”, relata a la vez que agradece la solidaridad de una gran masa: “La mayoría está colaborando con la campaña #yomequedoencasa y es vital, porque el deporte es ejemplarizante”.
Lozano no esconde que al Gobierno le preocupa “la situación de desigualdad” que está generando la pandemia. “Es evidente que repercute en la competición. Y hay países que se verán afectados después. Las dificultades se van sumando y me parece revelador que haya deportistas de primer nivel que pidan un aplazamiento. Está sobre la mesa”, reconoce. Por la mañana, el presidente Pedro Sánchez había mostrado en el Congreso su “empatía” hacia los atletas. Unos deportistas que ven que se les escapará el tren de las medallas si Tokio 2020 sigue en marcha.
Lozano