El calendario hace que la pretemporada pueda ser reducida a Valdebebas
(ha costado 1.750M€) y acogerá desde este año a los Raiders, la franquicia de la NFL que se acaba de mudar allí.
Pero este nuevo Clásico recibió hace cuatro semanas un primer mazazo, cuando el azote del coronavirus se disparó en China y obligó a Relevent Sports a cancelar la parte del torneo que se iba a jugar en Singapur... Ahora, la suspensión de momento temporal de las grandes Ligas constriñe al máximo el calendario. A eso hay que sumar que Estados Unidos se está cerrando por la pandemia, sus competiciones también (la NBA) y por ejemplo un macroevento como el próximo draft de la NFL, precisamente en Las Vegas, se celebrará a puerta cerrada el 23 de abril.
La organización, con todo, se resiste a dar por cancelada la ICC de 2020 en su versión estadounidense. “Seguimos planeando la edición de 2020 y nos estamos ajustando a los nuevos calendarios del fútbol”, explica a AS un alto responsable de Relevent Sports, “tenemos que monitorizar la situación pero hay que entender que está cambiando muy rápidamente”. “En todo caso, la seguridad y la salud serán nuestras prioridades”, concluye.
Trastorno. La pretemporada del Real Madrid se ve, pase lo que pase, comprometida. Está sobre la mesa realizar el stage en Valdebebas, con presencia muy limitada fuera (previsiblemente sólo en España) con amistosos. Quedarse sin gira supondría un revés económico para el Madrid. Está en el selecto grupo que cobra el mayor caché en la ICC (junto al Barça, Manchester United y Bayern, y se les quiere unir el Liverpool) con 3M€ netos por amistoso, más bonus en función de la entidad del rival. Una cifra que se multiplicó por tres en el Clásico de Miami (9M€) y que se había puesto como base para negociar la minuta para cada club en este Clásico de Las Vegas. En total, en el verano de 2019 el Madrid facturó 12M€ netos por su gira estadounidense. Una mina de oro que se tambalea.
Retraso