El Barça construyó el Sextete en recesión
■ En lo que ya puede considerarse un ‘precrack’ económico que llegará pronto, es conveniente echar una mirada atrás y observar cuál fue el comportamiento del Barça en la última gran crisis económica mundial, la de 2008. Y fue oportuno. Deshecho el equipo en los dos últimos años de la era Ronaldinho, el Barça se reconstruyó con una inversión contenida, propia de los tiempos de recesión que corrían. Para empezar, y gracias a una decisión audaz de Laporta y sus asesores, entre ellos el clarividente Johan Cruyff, contrató a un entrenador barato, como entonces era Guardiola, que terminaba de ascender al filial. Esa decisión supuso, entre otras, descartar a Mourinho, uno de los entrenadores más caros del mundo en aquella época por sus éxitos en Oporto y Chelsea.
El Barça se rejuveneció. Vendió a Ronaldinho (24,15 millones), Zambrotta (10,50), Deco (10,00), Giovani dos Santos (6) y Oleguer (3). Guardiola estaba enamorado de Daniel Alves, al que el Madrid pretendía. El Barça ganó la batalla para berrinche de Schuster. Su fichaje costó 35,50 millones, pero pocos socios mejores ha tenido Messi. El Barça también fichó a Hleb (17), Martín Cáceres (16,5), Keita (14), Henrique (8) y un tal Gerard Piqué por seis millones de euros. Pinto llegó gratis. Sin contar al portero, que ya tenía 32 años, el Barça pagó por jugadores con una media de 23 años. Jugadores como Alves y Piqué le dieron un impulso físico y competitivo al Barça, que en aquel verano de 2008, cuando la recesión económica era un hecho y estaba a punto de caer Lehman Brothers (septiembre), estaba construyendo un equipo histórico.