Pide al CSD, Ministerio, LaLiga y FEF diálogo y protección al jugador(a)
La pandemia del coronavirus ya está teniendo un importante impacto en la economía mundial, en el mercado laboral español y, como no podía ser de otra manera, en la salud del fútbol español. Los clubes, reunidos periódicamente con Javier Tebas vía telemática, han puesto en los últimos días sobre la mesa la posibilidad de echar mano del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en sus entidades y acordar una bajada salarial común en sus plantillas profesionales. Y, de momento, las reacciones a estas propuestas se están produciendo en una doble vertiente. Por un lado, el presidente de LaLiga ha apelado a la calma y resistir como ha hecho Las Palmas para no seguir los pasos de otros clubes no profesionales (Castellón): la patronal trabaja para que las pérdidas, que podrían llegar a ser de 700 millones, sean las menores posibles. Y, por otro, los sindicatos están informando a sus futbolistas de cuáles son sus derechos ante esta incertidumbre, en el que un club goza del mismo tratamiento que una empresa, al mismo tiempo que ya están abordando estrategias para vigilar posibles irregularidades.
“No hay que confundir el estado de alarma con el estado de ilegalidad”, aseguró ayer David Aganzo (AFE) en una carta en la que pide comunicación al Ministerio, CSD, RFEF, LaLiga y, sobre todo, protección para los futbolistas. Hacer ERTEs en el fútbol profesional sería, según fuentes sindicales, “una locura con la que colapsaríamos el sistema”. Por eso se pide responsabilidad con el dinero público y que no haya histeria.
La actual situación es nueva para todos. De ahí que los expertos consultados, la mayoría abogados, juristas o sindicalistas, no den abasto para atender todas las dudas que les llegan puesto que las leyes deportivas tienen lagunas ante fenómenos así. “El coronavirus supondrá un punto de inflexión y todo va a cambiar después de esto”, asegura un importante pilar de la RFEF. Esta crisis obligará a modificar los contratos, las fuentes de financiación y los calendarios. Pero ahora, la prioridad se centra en abordar estas intenciones urgentes de despidos temporales en los clubes, siendo la 2ªB, la Tercera y el fútbol femenino las categorías que más preocupan (10.800 afectados) al tener menos recursos y al depender más del cash que proporcionan, entre otras cosas, las taquillas. Aquí se teme la pillería y que se aproveche la crisis para fines espúreos.
El CSD ya publicó las medidas con las que se beneficiará el deporte y los clubes no quieren desaprovecharlas. Un derecho que genera dudas. “En el fútbol profesional gran parte de los presupuestos dependen de los ingresos audiovisuales y se van a mantener. Además, la RFEF ya ha dicho que garantiza los pagos comprometidos... Lo preocupante son las otras categorías”, aseguran desde los sindicatos tradicionales. Por eso, las fuentes consultadas coinciden en que la autoridad laboral, a través de sus direcciones provinciales, tendrá que determinan qué es de fuerza mayor y qué no, dejando claro que un ERTE no es un despido, que esta situación no lo justifica y que, en cuanto se reanude la competición, los jugadores deben volver a competir y cobrar su salario. “Si a Burger King le tiraron el ERTE, no sería descabellado que también pase con los clubes”, asegura un capitán, sindicalista, de Segunda.
Por si acaso, AFE ha enviado a sus afiliados y afiliadas todo tipo de información referente a los ERTES (imagen inferior). Ahí queda claro que cobrarían “el 70% de la base de cotización en los seis primeros meses y luego el 50% teniendo en cuenta la parcialidad”. El documento recuerda que sólo el salario cotizado será el que cuente en la prestación por desempleo. AFE incluye ejemplos de mínimos y máximos para que cada jugador(a) haga sus cuentas.
Futbolistas ON también hizo lo propio para luchar contra la desinformación y la ansiedad. Aclara a los asociados que “en caso de ERTE, el club deberá comunicarlo primero a la autoridad laboral e iniciar una negociación con toda la plantilla”. Y añade: “La medida debe estar justificada. El club no está obligado a conceder ayudas, pero la Ley le obliga a negociar. Durante el tiempo de suspensión tenéis derecho a cobrar la prestación por desempleo. Es posible que no tengáis el tiempo mínimo cotizado (360 días), pero el Gobierno está estudiando la posibilidad de solucionarlo”.
Los sindicatos quieren dejar claro a los clubes que un ERTE supone la suspensión total del contrato, así que no se podría ni entrenar. Y abren un debate en mitad de esta economía de guerra: “¿LaLiga se va a reiniciar con jugadores de baja, ya sean contagiados o en cuarentena?”.
Aganzo