Lo más probable es que Favre no arriesgue y le deje en el banquillo
Los bares abrieron a tiempo. Desde ayer vuelve a estar permitido acceder al interior de los locales alemanes, que no dieron abasto con las reservas para hoy. Los establecimientos con tele se llenarán, siempre cumpliendo la distancia de seguridad, para vibrar con el clásico alemán. Y con una buena jarra en la mano. No es para menos. El partidazo de la Bundesliga es el más determinante de los últimos años. Sólo cuatro puntos separan al líder bávaro del segundo clasificado westfaliano. Quedan siete jornadas para el final y el choque es clave en la pugna por una ensaladera que, poco a poco, vuelve a teñirse de rojo.
Ese desenlace no entra en los planes de un tal Erling Haaland. Parece el hijo de Ivan Drago y así juega al fútbol; con la frialdad del killer ruso en Rocky 4. Lleva diez goles en diez jornadas con el BVB y, ahora, quiere poner a prueba que es mejor que su homólogo polaco. Robert Lewandowski no se parece a ningún villano, pero sus cifras dan el mismo miedo que las del matador borusse. Lleva 27 dianas en 27 jornadas y está a 13 de igualar el récord del Torpedo Müller. Poca broma en el duelo de los mejores delanteros de Alemania.
Dos estilos. Protagonismo contra explosividad. Posesión contra verticalidad. Dominio contra desborde. El Bayern, quizá, llegue más rodado. Bajo las órdenes de Hansi Flick vuelve a ser un rodillo, con un Müller renacido y un Davies imparable por el carril zurdo. El Borussia tirará de sus dos puñales en las bandas, Guerreiro y Achraf. Y de un Emre Can que será clave a la hora de imponer su potencia. Sancho sigue recuperándose de su lesión y no se sabe si volverá al once mientras que Hummels parece recuperado de las molestias sufridas en Wolfsburgo. Thiago sí se queda fuera por una lesión en el abductor. Está en juego la ensaladera. Y un buen baño de cerveza a final de temporada para el que la gane.
Sancho