El belga fundó una marca, es embajador y disfruta del vino y la vida
de 1967 supuso un punto de inflexión, ya que le permitió conocer sus límites en la montaña y dividir esfuerzos entre las clásicas y las grandes, no centrarse exclusivamente en las pruebas de un día. Desde entonces, una trayectoria repleta de éxitos y de récords… que aún perduran.
En el “campo de batalla”, Merckx destaca a un rival: “Cuando estaba en forma, Ocaña era el más duro”. En el Tour de Francia de 1971 Luis Ocaña,
le aventajaba en 7:23 cuando se cayó en el descenso de Menté y tuvo que abandonar. “Lamenté que sufriera ese accidente. Habría preferido que continuara en competición para intentar recuperar el liderato”. Se negó a llevar el maillot amarillo al día siguiente del percance. En 1975 ennobleció el título de Bernard Thévenet en el Tour “ataque tras ataque”, la única vez que subió al cajón de una gran ronda sin conquistarla: segundo.
Tenaz y ambicioso, El Caníbal no se libró de los problemas con el dopaje. Dio tres positivos: en el Giro 1969 le expulsaron por fallar un test con anfetaminas; de Lombardía 1973 quedó desposeído por un exceso de norefedrina; y en 1977 fue declarado culpable por consumir un estimulante. Él siempre negó tomar sustancias para mejorar su rendimiento: “Nunca hice nada malo, conseguí las cosas con mi esfuerzo”.
Tras la retirada se centró “en la familia”. Proclamado Barón Merckx en 1996 por Alberto II, rey de Bélgica, se casó con Claudine Acou y tuvo dos hijos, Axel, también corredor profesional, y Sabrina. Su hija contrajo matrimonio con Eduardo Massó, tenista argentino nacionalizado belga. A Luca Massó, nieto de Merckx, no le convocó Bélgica y se colgó con Argentina el oro de hockey en Río 2016... precisamente contra su país natal. Un motivo de felicidad lo encuentra en el fútbol, y concretamente en el Barça: “Me hice de ellos por Rafa Carrasco, el exdirector del Kelme. Soy socio de honor”. Fundó una marca de bicis y ejerce como embajador de su deporte, aunque lo que le mueve ahora es “disfrutar de la vida”: “Y más con un buen vino”.
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