Igualdad casi total en las vitrinas de los grandes: 94-95
este viernes, si se impone en la final de esta edición) y el Valencia (una Copa del Rey).
La situación contrasta completamente al compararse con el lustro anterior, el que va desde el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2015. En dicho periodo, en el que el banquillo blanco estuvo ocupado por Pellegrini, Mourinho, Ancelotti y Benítez, la cuenta favorece al Barcelona con claridad: 15 títulos para los culés, 7 para los blancos. Corresponde al máximo esplendor del Barcelona de Guardiola, que ya en 2009 había levantado seis títulos. Después de aquella tormenta perfecta, con el propio Pep, Tito Vilanova, Tata Martino y Luis Enrique en el banquillo durante ese tramo, el Barça se llevó cuatro Ligas, dos Copas, dos Champions, tres Supercopas de España, dos
Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes.
El Madrid, por su parte, atravesó dificultades para competir en ese tiempo, pero fue capaz de hacerlo por momentos: una Liga, una Champions, dos Copas del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de España y otra de Europa. Cuatro títulos, incluida la ansiada Décima, fueron cosa de Ancelotti; los otros tres, entre ellos la Liga de los Récords (100 puntos, 121 goles), de Mourinho.
En la comparación global directa con el Barcelona, la cuestión difícilmente podría estar más reñida: 94 títulos para el Madrid, 95 para los azulgrana. Los blancos siguen teniendo una ventaja consistente en Ligas (34 a 26) y en Champions (13 a 5), mientras que los barcelonistas son los indiscutibles reyes de la Copa: 30 a 19.
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