Sin movimientos y con el Ineos a la defensiva

La jornada de ayer, en mi opinión, volvió a ser decepcionante. Hubo una enorme disputa por la etapa con un gran corredor como Lutsenko y un Jesús Herrada que luchó hasta el final. Tan rápido iban los escapados que el grupo de favoritos no les recortó nada en los puertos finales. Y es que detrás, a excepción de Aru, no se movió nadie. Veo que hay muchas críticas a la falta de ataques y ciclistas que se molestan y argumentan que se va a mil por hora y no se puede arrancar. Son opiniones que hay que respetar. Pero que la escapada acabara sacando tiempo al grupo en el que llegaron 25 corredores, con puertos que tenían tramos duros, es una señal de que se pudo haber hecho más.

Está claro que hay dos equipos que parecen por encima del resto y ellos marcan el ritmo. Ayer le tocó al Ineos, en lo que pareció una táctica defensiva, consciente de que Bernal no está en su mejor momento y espera que con el paso de los días pille su punto de forma. Por eso creo que el Jumbo se equivocó y podía haber intentado poner en apuros a su rival. No hablo de un ataque de Roglic, pero quizá Kuss o Bennett sí podían haber intentado provocar un ritmo más incómodo para el colombiano. Y es verdad que esto acaba de empezar, que queda mucho Tour, pero tampoco se pueden desaprovechar las oportunidades cuando se presentan. Esperemos que en Pirineos veamos más cosas, menos es imposible.