Depay y Wijnaldum, dos fichajes controvertidos
Su posible llegada no genera consenso en el entorno culé
Josep Maria Bartomeu sabe que tiene que tener un gesto con Ronald Koeman, su nuevo entrenador, que se ha tomado a pecho lo de entrar con mano de hierro en el vestuario. El presidente se lo quiere agradecer con un par de fichajes que, a juzgar por las informaciones en los últimos días y si la maltrecha economía del Barça lo permite, serán Memphis Depay (al jugador se le sigue conociendo por su apellido pese a que hace años dijo que no quería que fuese así porque su padre lo abandonó) y Georginio Wijnaldum.
Los dos jugadores generan discrepancias en Can Barça. De Depay, 26 años, se duda de sus condiciones para jugar como delantero de referencia del equipo. Su perfil como jugador no responde a las mismas coordenadas de Luis Suárez y la opinión generalizada es que Depay sería más de lo mismo en un equipo que ya tiene a Messi, Griezmann o Coutinho como jugadores que se retrasan unos metros y construyen desde ahí, tengan más o menos gol. Sin embargo, la evolución de Depay desmiente esos análisis. De los 19 goles que ha marcado con la selección holandesa en 53 partidos, 13 los ha hecho en los últimos 24 partidos. Además, Depay ha marcado unos 16 goles de media en las tres últimas temporadas cuando en la 2016-17 apenas marcó cinco. A sus 26 años, parece un jugador mucho más hecho y con recursos para jugar de espalda a portería, sin balón y hacer goles. No es Suárez, pero es completo. Quién sabe si lo que tiene Koeman en la cabeza es una cosa distinta a lo que se ha visto en Can Barça con Suárez. Entre otras cosas, porque Suárez ha sido un jugador tremendo que, ya en 2014, valía 80 millones de euros y ya está entre los mejores jugadores de la historia del Barça. Quien quiera encontrarle un recambio ya, lo tiene crudo.
Georginio Wijnaldum también tiene ‘enemigos’. Su posible fichaje ha hecho alzar la voz a los fans de Thiago Alcántara. Como el holandés con el Liverpool, el internacional español termina contrato en 2021 con el Bayern. Thiago responde más al retrato-robot de jugador del Barça, pero el tiempo le ha convertido en un futbolista más posicional, y Koeman cree que para eso ya tiene a Busquets y han fichado a Pjanic, que ha sufrido un proceso similar al de Thiago. Con Wijnaldum, Koeman busca físico, dinamismo y piernas. Un tipo de jugador del que los puristas del estilo abominan en los últimos tiempos, pero que se hace necesario en un equipo envejecido al que el Bayern pasó por encima en agosto por fútbol, pero también por piernas.
El asunto pinta feo para Koeman. Depay y Wijnaldum son sus elegidos, ya se sabe que cualquier entrenador quiere rodearse de gente de confianza. Pero incluso antes de llegar ya se debate sobre su conveniencia. Los dos jugadores serán mirados con lupa. No es la mejor manera de llegar a un equipo en llamas.