El ‘efecto Munir’ y la promesa de Luuk de Jong
Tres entrenamientos después de superar su positivo por coronavirus, Munir El Haddadi viajó a Budapest junto al resto de la expedición sevillista. La vuelta del delantero ha supuesto un chute extra de ánimo para un grupo ya de por sí muy unido, que el día que Gudelj engrosó la concentración de Alemania para la Europa League, también tras haber dado positivo en Covid, adquirió nuevas fuerzas. El recibimiento al serbio fue uno de los detalles que adelantaban como se iba gestando el título de la sexta Europa League que luce en las vitrinas del Ramón Sánchez Pizjuán. Munir estuvo a punto de salir del Sevilla el año pasado pero volvió con fuerza del confinamiento y acabó convenciendo a Lopetegui, después de que el vasco lo tuviera todo el inicio de 2020 sin jugar y habitualmente sin convocar. Íntimo de Gudelj, con el que incluso de marchó de vacaciones, Munir espera que su recuperación tenga el mismo exitoso efecto que la de su compañero hace poco más de un mes en Alemania.
Quien tenía una cuenta pendiente y acabó pagándola
De Jong El holandés ya comenzó a cumplir con sus goles en Alemania
por mil al final de la pasada campaña era Luuk de Jong, más que discutido hasta entonces por su escasa aportación goleadora durante toda la temporada. Un tanto salvador al Manchester United en lase semifinales de la Europa League y un doblete ante el Inter de Milán en la final hicieron que su promesa comenzase a cumplirse antes de lo dicho. Luuk había afirmado a AS que en esta 2020-21 haría "bastantes más goles". Hoy, en el primer encuentro oficial del curso, tendrá seguramente la ocasión de comenzar a demostrarlo en el mejor escaparate. Lo hará, además, luciendo el dorsal número 9, maldito en las últimas temporadas en Nervión.