La final no espera a nadie
El Barça se mide con el Tenerife sin tan siquiera 48 horas de descanso tras haber eliminado a la Penya
EI terrible calendario que ha tenido el Barça en las últimas semanas no frena y, ni 48 horas después de haber eliminado al Joventut, recibe hoy en semifinales al Lenovo Tenerife. Un conjunto que llega con mucho más margen de descanso, por méritos propios, pues se deshizo del Hereda San Pablo Burgos por la vía rápida (2-0). No solo el Barça necesitó tres partidos para apear al Joventut, sino que estos llegaron la semana después de perder la Final Four. Un sprint final, mental y físico, que puede pasar factura a los de Jasikevicius. El Tenerife, en cambio, no juega desde el jueves.
Pero no todo son malas noticias en Can Barça, que ante la Penya recuperó varias de sus señas de identidad. La primera tiene nombre y apellido, Nick Calathes, que aunque no esté al cien por cien ya demostró el sábado que es de gran ayuda. No solo el equipo juega a otro ritmo, sino que el base de origen griego suma siempre varias asistencias que no son otra cosas que canastas fáciles de sus compañeros. El sábado se beneficiaron de ellas Gasol y Kuric, ambos a un gran nivel, pero el destinatario de los pases del griego puede ser cualquiera.
Ante el Joventut, sin embargo, el Barça recuperó más que a un hombre lesionado. Regresó el orgullo, la intensidad y sobre todo el nivel competitivo que exige una cita como la de esta noche. Metieron 37 puntos en el tercer cuarto con una facilidad que asustaría a cualquier rival. También a un Tenerife que viene sin nada que perder y mucho que ganar, consciente que deberá llevarse al menos un partido en el Palau. Hoy tiene su primera oportunidad, aunque es evidente que será de todo menos sencillo.
La ley del ex. El Barça deberá jugar a un gran nivel para eliminar al Lenovo, ni mucho menos un equipo menor, que cuenta entre sus filas con dos de los mejores jugadores de la Liga. De hecho cuenta con el mejor, Shermadini, MVP de la fase regular con un dominio sin igual de la zona. Pero también con Marcelinho Huertas, que jugó cuatro temporadas en el Barça, y que fue decisivo en la eliminatoria ante el San Pablo Burgos. Y es que el rendimiento de uno va ligado al del otro, por lo que si el Barça no consigue contenerlos en defensa tiene muchas opciones de acabar perdiendo el partido.