El Barça mete miedo
Los azulgranas arrollan al Tenerife en un tercer cuarto en el que anotaron 40 puntos ● Exhibición ofensiva culé
Los 40 puntos que anotó el Barça en el tercer cuarto, a tres solo de la mejor marca de la historia en Liga Endesa, no son un buen reflejo del partido que les enfrentó al Lenovo Tenerife, pero sí del daño y potencial del equipo de Jasikevicius si le das el más mínimo margen. El Barça tiró demasiado cómodo, casi solos, en una situación que no se dio durante la primera parte. La defensa visitante hizo agua a la que se empezó a abrir el marcador y los tiradores del Barça olieron sangre. Tras un inicio nefasto de tres (1 de 10) metieron 12 de los 15 siguientes para un total final de 17/32. Se deshizo el Tenerife tras el descanso, incapaz de igualar o frenar a los azulgranas, dejando la primera victoria de la serie en bandeja a su rival. El Barça, hoy, está en una situación mental, física y baloncestística mejor que antes del encuentro.
La defensa del Tenerife, de gran nivel, apagó las luces del pues el acierto de los azulgranas fue muy bajo. De la mano de Fitipaldo primero y Huertas después, el Lenovo circuló mejor en ataque, pero tampoco sometió a su rival. El encuentro seguía muy igualado a los 15 minutos.
El Tenerife aguantó el tipo en el rebote pese a jugar con dos bases, sistema que calcó Jasikevicius dando entrada a Westermann, que había tenido un papel residual en las últimas semanas. El trabajo de Mirotic y los puntos de Kuric abrieron una pequeña brecha antes del descanso (43-36), también gracias a la capacidad del Barça de frenar a Huertas.
Implacables. Pero como tantas veces este curso, como en los cuartos ante la Penya, el tercero del Barça fue demoledor. Ante los verdinegros sumaron 37 puntos entre el minuto 20 y el 30, contra el Tenerife 40. Arrancaron con un 13-2 de parcial, brillando Calathes y anotando Mirotic, con minutos de mucha calidad también de Pau. Se fue el Barça por encima de los 15 puntos de diferencia (60-42) y a partir de ahí se desató. El Tenerife fue incapaz no ya de frenar, sino de molestar a los azulgranas que les destrozaron a base de triples. Tiró todo el mundo y acertaron casi siempre, en una exhibición del perímetro local. A ritmo de récord, el Barça dejó el encuentro absolutamente visto para sentencia (83-54) antes del periodo final. Además, no se quedaron ahí.
En el último cuarto continuó el festival con los menos habituales en pista, un tramo en el que ya tiraban casi por batir sus propias marcas, elevándose por encima de los 100 puntos y dejando al Tenerife más de 40 abajo. Una victoria contundente, con cifras de escándalo y dando un golpe encima de mesa que se oyó en Madrid y en Valencia.