AS (Valladolid)

Enric Mas estuvo donde tenía que estar

-

Pogacar volvió a demostrar quién es el más fuerte. Lo dejó claro en la primera semana, en la que consiguió mucho tiempo a su favor, y lo ratificó en estas dos etapas en los Pirineos alzando los brazos por partida doble. Es un corredor que tiene hambre de victoria. Si puede, gana. No es como otros que veíamos antiguamen­te que no entraban en esa lucha por la victoria de etapa habiendo conseguido ya lo que va a lograr: subir a lo más alto en París. Ahora mismo en este Tour, el esloveno no tiene rival. Lo que consiguió el año pasado se pudo considerar una sorpresa, pero lo de este año es una realidad, y además cómo lo ha conseguido. En esta edición salió con una presión que no tuvo en 2020, y respondió con creces.

La sorpresa casi la da Enric Mas, que estuvo perfecto, lo que pasa es que se topó con un Pogacar que quería la etapa, quería la montaña y no quería dejar nada. Enric probó y estuvo donde tenía que estar. Si nos damos cuenta, el año pasado quedó quinto, y ahora va sexto. Si quitamos a O’Connor, que va por delante de él gracias a una escapada, pues prácticame­nte haría el mismo puesto que hace unos meses. Aún así, se le puede exigir un poco más. Tiene que estar luchando por el cajón, por uno de los tres primeros puestos. Para ello, al balear le falta un poco más de regularida­d. Ayer dijo que tuvo dos días malos en este Tour: el Mont Ventoux y el Col du Portet. Entonces, eso hay que minimizarl­o. Si un día malo te puede hacer perder el Tour, pues imagínate dos. La contrarrel­oj definirá su puesto final.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain