Poquito más lejos
Soler, que debutaba con la tarea de cubrir la baja de Pedri, marca el gol de La Roja ● Isak y Kulusevski fueron un dolor de muelas
hacia la izquierda. En el minuto 33, dos caídas y dos repeticiones para saber qué nos habíamos perdido. El posible penalti a Ferran por agarrón conjunto de Krafth y Claesson se saldó con un "jueguen, jueguen" del británico Anthony Taylor. El codazo del Kulusevski a Laporte deparó una amarilla para el de la Juventus y otra posterior para Jordi Alba por meterse a tertuliano cuando no correspondía.
Eso sí, el enfado le duró un suspiro a Kulusevski, pues acto seguido recibió un balón cuyo disparo cruzado no acabó en gol por la excelente intervención de Unai (36'). Ese rechace del meta del Athletic era aire para alcanzar el descanso, pues La Roja se había desdibujado. España triplicaba a Suecia en pases (400 por 136) y la duplicaba en posesión (68% por 32%), pero esos números no se traducían en verdadero peligro. El seleccionador interpretó que no era cuestión de hacer cambios, sino de refrescar conceptos, así que los once de la reanudación fueron los mismos que habían iniciado el partido. Eso sí, con la insistencia de ese cambio de bandas que situaba a Gerard en la derecha y a Ferran en la izquierda.
España volvió del vestuario con mejor cara y una marcha más en las triangulaciones que debían abrir la lata. En esas estábamos cuando Kulusevski demostró el talento que lleva dentro. Superó con un giro de cintura a Azpilicueta y su centro cayó en la bota derecha de Claesson, que remató junto al primer palo. El 2-1 nos ponía contra las cuerdas no solo en el partido sino en la clasificación para el Mundial. Media hora para encauzar unas eliminatorias que nacieron torcidas con el empate en casa con Grecia.
Luis Enrique apostó por el vértigo y no hay mayor vértigo en esta selección que Adama Traoré. A los cuatro minutos ya protagonizó un remate que Olsen despejó a córner. El seleccionador se decantó luego por Sarabia (por Morata) y Llorente (por Koke). España se fue arriba y salvó más de un match-ball, sobre todo en una carrera de Isak que, cuando se disponía a fusilar a Unai, frustró Laporte despejando a córner. De nada sirvieron las entradas de Brais o Rodri. La victoria se había esfumado, también el empate. Suecia cantaba en la grada el liderato de grupo que deja a España contra las cuerdas. El domingo aguarda Georgia. Hay que levantarse de la lona ya, no queda otra.
REPORTAJE GRÁFICO MIGUEL MORENATTI