A la amargura

El Atalanta fue mejor al inicio de las dos partes pero flaqueó atrás ● Coquelin fue expulsado

Tres puntos siempre saben a gloria. Uno, aun con bajón, permitía ver el vaso medio lleno. Y cero, con el United echando humo al final de la cola, es simplemente la antesala del matadero. Los dos equipos, alegres por naturaleza en su juego, fueron bastante más cautelosos de lo que acostumbran. El Atalanta volvió a salir con más nervio. Seguro de su plan. Sin un fútbol vistoso fue ganando los duelos individuales y así fue acercándose a las barbas de Rulli. Zapata, un incordio para Albiol, tuvo el segundo en un perfecto córner botado por Malinovskyi. Su cabezazo (52’) se estrelló en el larguero. Entonces llegó el carrusel de cambios. Y ahí Emery volvió a impartir su maestría. De repente logró un imposible: de volver a ir cuesta arriba a gozar de más ocasiones. El corazón del Villarreal, ahora con Coquelin, Moi y Danjuma, volvía a latir.

Con esa inercia llegó el 2-1 de Danjuma, gracias a una recuperación de Parejo. Su gol le envalentonó hasta el punto de animarle a buscar la sentencia. Pero la Champions te pone pronto en tu sitio. En dos minutos llegó el empate de Gosens y la segunda amarilla de Coquelin, que justo había aparecido en escena como medida preventiva para que no expulsaran a Capoue. La igualada dejó frío al personal. Fue en ese momento cuando Villarreal y Atalanta, actores principales, volvieron a acordarse del Young Boys, su inesperado y exitoso telonero. Y se retorcieron. Por lo que les hizo sufrir y por lo que les espera. Ya le pasó en su día a los Guns N’ Roses con Metallica. Un día infravaloras y al otro llamas de usted a quien decías tú.

REPORTAJE GRÁFICO ÁNGEL SÁNCHEZ Y AGENCIAS

(13’): Cristiano. (66’): Ngamaleu. (95’): Siebatcheu.

Francois Letexier, francés. Expulsó a Wan-Bissaka (35’) Amonestó a Fassnacht (45’), Martins (50’), Varane (64’). Árbitro de VAR: Delajod Willy, francés.

Stadion Wankdorf 32.000 espectadores.