Muere Dusan Ivkovic
Doble campeón de la Euroliga y oro mundial con Yugoslavia, ‘Duda’ falleció ayer en Belgrado a los 77 años
El baloncesto está de luto. Dusan Ivkovic, uno de los entrenadores más carismáticos y legendarios del baloncesto europeo, falleció ayer en Belgrado a los 77 años. “Maestro, líder, señor. Las palabras se quedan cortas ante tu grandeza. Gracias por todo lo que me enseñaste, por ser mi mentor y estar siempre cerca de mí. Tú eres baloncesto. Estamos desolados”, decía Vassilis Spanoulis, uno de sus pupilos y con el que ganó su última Euroliga. Fue en la Final Four de Barcelona, en 2012, aquella del tiro de Printezis que tumbó al CSKA de Kirilenko y en la que el Olympiacos llegó a ir perdiendo por 19 puntos a falta de once minutos. Una remontada ideada por un genio.
Ivkovic siguió los pasos de su hermano mayor, Slobodan, y se convirtió en entrenador a los 25 años. Era 1968 y se encargó de las categorías inferiores del Radnicky Belgrado, el equipo de su barrio. Allí estuvo una década hasta que firmó con el Partizán en 1978. Su último equipo fue el Anadolu Efes (2015-16). En esos 38 años, entre su fichaje por el Partizán y el adiós con el Efes, dirigió a otros diez clubes (Aris, Radnicki, Sibenka, Vojvodina, PAOK, Panionios, Olympiacos, AEK Atenas, CSKA y Dynamo Moscú) en cuatro países distintos (Serbia, Grecia, Rusia y Turquía). Pero también tuvo tiempo para colgarse una plata olímpica (1988), un oro mundial (1990) y dos europeos (1989 y 1991) con la extinta Yugoslavia, subir a lo más alto en el Eurobasket de 1995 con Serbia y Montenegro y ganar la plata de 2009 tras perder en la final europea ante España. “Uno de esos rivales que te convertían en mejor entrenador”, explicaba ayer Sergio Scariolo
“El baloncesto ha perdido a uno de sus pioneros, pero su legado sigue vivo en el juego actual, un juego que él ayudó a construir”, comentaba Jordi Bertomeu, presidente de una Euroliga que Duda, como le conocían comúnmente, conquistó por partida doble (1997 y 2012), en ambas ocasiones con el Olympiacos. Pero Ivkovic también llevó a otros equipos a lo más alto en el Viejo Continente: a sus órdenes, el Partizán ganó la Korac en 1979; el AEK, la Copa Saporta en el 2000 y el Dynamo Moscú, la ULEB en 2006.
Con un palmarés envidiable, Ivkovic ha recibido todo tipo de reconocimientos; uno de los últimos, el de leyenda de la Euroliga, el primer entrenador en lograrlo tras jugadores como Diamantidis, Jasikevicius, Navarro o Papaloukas. “Gracias por la oportunidad que me diste en la pista pero, lo más importante, gracias por la lección de vida que me ofreciste fuera de ella. Te echaremos de menos, leyenda”, se despedía Kyle Hines, otro de esos jugadores marcados por el maestro serbio. Hoy el baloncesto europeo llora la muerte de uno de los más grandes.