Nadal asusta: paliza a Thiem y a por Dimitrov
Arrasó al austriaco y se enfrentará al búlgaro en las semifinales
Racha Rafa enlaza doce victorias y 32 sets seguidos en tierra
Rafa Nadal pasó por encima de Dominic Thiem en los cuartos de final del Masters 1.000 de Montecarlo. Era el rival más peligroso con el que se podía cruzar en tierra, y le destrozó. En semifinales le espera otro oponente a priori difícil: Grigor Dimitrov.
Todo el mundo auguraba un partidazo en la Raniero III entre el mejor jugador de la historia en tierra, Rafa Nadal, y su heredero natural sobre esa superficie, Dominic Thiem. Se hablaba de final anticipada en el Masters 1.000 de Montecarlo. Pero fue un monólogo del español, un solo brillante y una demostración de poderío sobrecogedora para el resto de sus rivales: 6-0 y 6-2 en 68 minutos. Palizón en toda regla.
Es la décima vez que el rey de la arcilla cede solo dos juegos en un partido a tres sets. Con este triunfo, encadena doce en su terreno favorito desde que el propio Thiem le ganara en Roma el año pasado. Y ojo, 32 sets consecutivos.
¿Y qué pensará Grigor Dimitrov, su próximo adversario? Que o mejora sus prestaciones o no tendrá nada que hacer hoy (13:30, Movistar Deportes 2) en semifinales. El búlgaro sufrió para doblegar al belga Goffin (6-4 y 7-6 (5)) y ha jugado ya ocho sets en el torneo. Nadal buscará su 12ª final en el Principado e irá con furia a por su undécimo título. Si lo gana, retendrá el número uno y superará a John McEnroe en la lista histórica de semanas en lo más alto del ranking (están empatados a 170).
Es cierto que a Thiem le faltó paciencia, no jugó como un especialista en tierra ni trabajó los puntos como hay que hacer ante Nadal, pero el balear tampoco le dejó pensar. El primer set fue un curso intensivo de fundamentos. Ese drive envuelto marca de la casa y un revés cruzado que le corre de maravilla, y que pinta a objetivo de mejora de 2018, fueron un muro insuperable para el austriaco. Cuando quiso darse cuenta ya había encajado un rosco.
Hambre. Otro se hubiera relajado, pero Nadal es una bestia que devora a sus rivales al menor indicio de debilidad. Con 31 años y más de 17 como profesional sigue teniendo hambre infinita. Thiem espabiló lo justo para sumar un par de juegos, pero no pudo hacer frente a la precisión y la sabiduría de su oponente. Diez golpes ganadores y solo nueve errores. Rafa no necesitó más para barrer al quinto favorito y dejarle llevarse únicamente seis tantos al resto. Ahora espera Dimitrov. El balance: 10-1 para Nadal.