Sólo uno alzará la Décima
Esta es la historia de los reyes de Europa. De los dos equipos más laureados del continente, el Real Madrid y el CSKA de Moscú. Y de un entrenador mítico. Los dos primeros se enfrentaban anoche en Belgrado por un puesto en la final de la
Euroliga. A esas horas, allí esperaba ya el Fenerbahçe de Zeljko Obradovic, el rey de reyes con nueve títulos europeos. Siempre Obradovic. Frente a frente estaban Doncic y De Colo, los dos mejores de la presente temporada: uno de ellos será elegido hoy como MVP. En la semifinal, el premio gordo se lo llevó Doncic, siempre superior al francés, que se diluyó en la segunda parte, siempre a la batuta de un Real Madrid que fue más equipo que el ruso: hasta cinco jugadores lucieron dígitos por encima del 10 de valoración: Ayón, Llull, Causeur,
Thompkins… Y, por supuesto, Wonder Boy. Partía el CSKA como el favorito en las apuestas, por su condición de primer clasificado en la liga regular, por ese pedazo de plantilla que luce y por ese presupuesto récord de 36,7 millones de euros. Pero esto es baloncesto. A un partido, las fuerzas se igualan, no hay segundas oportunidades. El equipo moscovita arrancó como un bólido, con un 30- 20 en el primer cuarto que auguraba mucho sufrimiento. No fue tal. Un inicio mágico en el segundo puso a los de Pablo Laso en la lanzadera: un triple de Causeur, una canasta imposible de Llull, un triple de Carroll, otro de Thompkins, otro de Carroll… El Madrid sacó la metralleta en un inspirado parcial: 6 de 9 en tiros de tres. No concluyó ahí el partido, pero acabó siendo clave. El Real Madrid luchará por la Décima. Igual que Obradovic. Sólo quedará uno. El Rey de Europa.