El Lega se da el homenaje perfecto en inferioridad
Garitano y Mantovani se despidieron de Butarque
Apenas Gil Manzano pitó el final, el silencio inundó Butarque. Duró unas milésimas eternas. Y como algunos silencios, éste se escuchó. Tronó como un terremoto. Algo se rompió. ¡Crash! Era el fin de una era. La de Garitano y Mantovani. Era su día. Hubo homenaje. Hubo aplausos, vídeos, discursos… También lágrimas. Las derramaron ellos y las sintieron todos.
Antes aún quedaba una batalla. Era intrascendente, decían. Bendita intrascendencia. Salió un partido agitado. La excusa fue Campbell y su gol al redebutante Serantes, capitán de inicio tras año y medio sin jugar.
Creyeron los pepineros que era fuera de juego, pero Campbell partió de su campo. La cosa se calentó y Rico acabó en la calle por doble amarilla. El Lega se quedó en inferioridad, pero apretó como si jugara con uno más. Empató por eso y porque Durmisi se quedó clavado en un córner. Siovas remató solo.
Un tanto al que siguió un festival. De goles y épica. Y casi todo lo puso el Lega. El de Naranjo lo cocinó Guerrero y el de Rafa en propia puerta, Amrabat. Antes había marcado Sanabria frente a un Serantes paralotodo que amagó con lesionarse cuando no quedaba nada salvo lo más importante. El aplauso a los últimos minutos de Mantovani como pepinero. El héroe que se marcha. El ejemplo que se queda.