“Es un gustazo que me comparen con Floro” Ramis

El Albacete ha roto todos sus registros con una primera vuelta de ensueño. Su arquitecto se llama Ramis. Un técnico forjado en la Fábrica que regresa el domingo a Riazor, un estadio que le vio ganar LaLiga y que no olvida.

➥ Fin de la primera vuelta y en ascenso directo... —Cuando empiezas un proyecto tan consensuado e ilusionante esperas que se refleje en la tabla. Los números son buenísimos, sueñas con eso. —Una vez ahí, ¿pensar en el ascenso dispara la presión? —En cualquier equipo hay presión, porque sale bien o porque no llegan los resultados. Nosotros estamos en una buena situación y nos exigimos mantenerla y no bajar los brazos. —Y superando todos los récords de Benito Floro...

—Es un hombre de fútbol al que presto atención, un referente; me encanta verlo. Ojalá se pueda lograr lo que se hizo en el pasado. Es un gustazo que te comparen con él. —Acaba contrato en junio. ¿Cómo está su futuro?

—Ya hubo algún acercamiento con mi representante. Aquí estamos muy a gusto y contentos. Queremos seguir creciendo y el club va en la misma línea, nos sentaremos y hablaremos. Hay tiempo.

—Y ahora visita al Depor, un equipo con el que ganó LaLiga. —Será especial. No puedo olvidar los buenos años que pasé allí. Con los títulos, la afición, la cuidad… Volver a Riazor es volver a un campo de magia, sueño, ilusión... —¿Cuál es su mejor recuerdo? —Hay momentos de éxito extraordinarios, pero me quedo con la comunión entre afición y plantilla. Nos respaldaban, nos empujaban, nos daban energía para crecer. Así conseguimos lo máximo, la Liga. La comunión era total, creían en nosotros. —De su etapa ahora entrenan Paco, Sergio, Víctor, Jokanovic, usted... Muchos, ¿no? —Eso dice que nos gustaba y nos gusta mucho el fútbol. Indica que había un grupo al que le apasiona esto.

—¿Cuál es su referencia como entrenador? —Aprendí hasta de los que tuve de niño. Por elegir algo, la pasión de Camacho. O la forma de trabajar de Heynckes, no improvisaba nada. Si no improvisas, todo sale mejor. —Usted hizo campeón de Segunda B al Castilla y no siguió, ¿por qué? —Entrenar al Castilla fue una ilusión tremenda. Fuimos primeros, pero quedamos fuera en el playoff. La exigencia es muy alta. Eso también me permitió ir al Almería.

Deportivo “Lo mejor de esa etapa fue la comunión total con la afición”